'El infinito Borges' es el título de la exposición con la que Casa de América de Madrid y el Museo del Escritor recordarán al escritor argentino Jorge Luis Borges en el año en el que se cumplen tres décadas de su muerte.
Grabaciones de personalidades de la literatura hispanoamericana leyendo sus obras en español, como Jorge Luis Borges, Juan Ramón Jiménez o Gabriel García Márquez, podrán escucharse en Internet en la web de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, informó hoy 16 de septiembre la institución.
Los manuscritos de Jorge Luis Borges, Julio Cortázar y otros autores clásicos de Argentina desnudan los mecanismos creativos de estos escritores en una exposición que forma parte de la actual edición de la Bienal Internacional del Libro de Río de Janeiro.
Buenos Aires celebra hoy 24 de agosto el Día del lector, en conmemoración del aniversario del nacimiento de Jorge Luis Borges (1899-1986), con "una suelta" de miles de poemas que se entregarán en postales a los transeúntes en distintos puntos de la ciudad, informaron a EFE fuentes de la organización de la actividad.
Mi primer encuentro con Borges tuvo lugar en San José de Costa Rica, una tarde de llovizna, en octubre de 1964. Fue un encuentro sin presentimientos, como ocurre siempre en el infinito juego de azares y certidumbres imprevistas que es la existencia, según él mismo enseñaba.
En estos días pensé que los escritores sirven para cosas distintas. Se usan para dejarle mensajes a una enamorada en una pared de una calle cualquiera con alguno de sus versos, o para demostrar el poder infinito e inequívoco de un dictador. Es el caso de Jorge Luis Borges. En un remanso de Altamira el amor conquistó una pared en ruinas. El grafiti durante días dejó constancia que, como advertía Borges en su poema “1964’’: “Ya no es mágico el mundo. Te han dejado”. Uno podría preguntarse cuántas veces pasó frente a esta declaración apasionada el destinatario de semejante elocuencia. Infinitas, tal vez. Como sucede con tantas otras distracciones, quizás nunca llegó a advertir que esas palabras iban dirigidas al corazón de sus sentimientos. Lo que habría que pensar es que perdieron los dos. Aunque tan solo uno de ellos se atreva a aceptar lo que también aceptó Borges: “Yo, que tantos hombres he sido, no he sido Aquel en cuyo abrazo desfallecía Matilde Urbach”. Pero debo reconocer que perd
Jorge Luis Borges solía repetir: "Que otros se jacten de los libros que les ha sido dado escribir: yo me jacto de aquellos que me fue dado leer". He terminado la lectura de 'Yo soy el fuego', la nueva novela de Oscar Vela. No soy crítico y, por otra parte, especialmente en los últimos años, he leído muy pocas novelas. No tengo entonces ni la formación teórica ni las lecturas necesarias para intentar realizar un análisis acertado sobre sus méritos o para compararla con otras -las más representativas- del rico acervo de la actual novela en español. Mis observaciones -unas pocas de las numerosas que quisiera hacer- son las de un lector. Un lector compulsivo y hedónico. Moroso y atento. Nada más.
Cuando el pasado lunes le preguntaron a la viuda de Jorge Luis Borges (1899-1986) qué pensaba al escuchar a tantos escritores decir que su marido era "dios", María Kodama enarcó las cejas y sonrió con complicidad para luego comenzar a hablar de lo mucho que se parecía el autor de "Ficciones" y "El Aleph" a Leonardo Da Vinci.
La argentina María Kodama reveló hoy en Ciudad de México que su vida ha sido un “horror” desde la muerte de su pareja, el escritor Jorge Luis Borges (1899-1986), por críticas de “gente despechada”, confesiones que formarán parte de la autobiografía en la que trabaja.
Una noche de 1977 en Madrid, Jorge Luis Borges confesó que tanto Miguel de Cervantes como don Quijote “eran sus amigos personales”. Cuando lo escuché decir eso (porque lo dijo públicamente, frente a las cámaras de la televisión) me pregunte: ¿qué era lo que a Borges le acercaba a esos dos personajes? Probablemente, me dije, aquello que los tres tienen en común: el hecho de que cada uno de ellos, a su manera, guardaba algo (o mucho) de Alonso Quijano, aquel pacífico manchego, buen labriego y mejor lector y a quien sus vecinos conocían como “el bueno”. Del agrio don Francisco de Quevedo dijo, en cambio, que si bien lo conocía y admiraba, sin embargo, “nadie se siente amigo de él.”
Me espera en el lobby del hotel. Se levanta para estrecharme la mano. Es menuda y atractiva, y se lo digo. Se disculpa por su aspecto porque dice que acaba de llegar de Nueva York y no ha dormido. Tiene ese magnetismo extraño de las personas que parecen guardar algún secreto. Responde a las preguntas con frescura y sin afectación. Me recuerda de alguna manera a Yoko Ono. Probablemente por su ascendencia oriental es imposible saber lo que está pensando. Imagino que muchos se acercan a ella para saber de Borges, pero me da curiosidad María Kodama.
El ferrocarril Borges confluye con el Martínez Estrada en la estación "Martín Fierro". Y el "Facundo" es uno de varios cruces de la línea Viñas con Piglia.
Los sillones de estilo inglés de la cafetería Richmond de Buenos Aires albergaron a intelectuales, artistas y escritores argentinos, entre ellos Jorge Luis Borges, pero ahora el histórico recinto es una cáscara vacía, sin vida, ni voces, ni muebles.
Desde España, Ricardo Piglia recuerda que el día en que el escritor Witold Gombrowicz se iba de Buenos Aires en 1961, luego de una larga permanencia en esta ciudad, gritó“¡Maten a Borges!”, cuando el barco zarpaba.
Hace 25 años, en Ginebra, Suiza, falleció Jorge Luis Borges. Esa tarde, el escritor argentino, acaso el latinoamericano más destacado de las letras del siglo XX, dejaba una extensa obra y el índice de una leyenda, a la que no desmitifica ni el tiempo ni la academia, sino el mismo Borges; no un solo hombre sino los múltiples y contrarios que habitaban en él.
El escritor argentino Jorge Luis Borges tendrá un laberinto de Venecia con su nombre, que será inaugurado el 14 de junio próximo, en coincidencia con el vigésimo quinto aniversario de su muerte. El laberinto está ubicado en uno de los tres claustros de San Jorge Mayor, informó hoy la Fundación Cini, autora de la iniciativa y propietaria del convento anexo a la iglesia, que se yergue frente a la famosa basílica de San Marcos. El laberinto, de 3 kilómetros de largo sobre una superficie de 2 300 metros cuadrados, será inaugurado en una noche de luna llena, en el tercer claustro que sigue a los renacentistas, proyectados por Andrea Palladio -el arquitecto de San Jorge Mayor- y Giovanni Buora. Los ligustros del laberinto miden 75 centímetros de alto y, por ende el recorrido será completamente visible para las personas. La viuda del escritor, María Kodama, para aprobar el proyecto exigió que existiera en el lugar la consabida biblioteca, otro de los “sitios” mágicos del escritor. La Fundació
La Casa de América de Madrid rinde tributo al escritor argentino Jorge Luis Borges: a punto de cumplirse el 25 aniversario de su muerte, albergará desde hoy un homenaje de tres días al autor de 'El Aleph' y ganador del Premio Cervantes en 1979 , en el que participará entre otros su viuda, María Kodama.