Jaime Zapata tiene claro que su vida está dividida en dos mundos: el caos y el orden. En el primero está su vida personal a la que nunca se ha adaptado del todo; en el segundo está la pintura, ese refugio al que acude de forma peregrina, desde hace 40 años, para encontrar a través de la figura la belleza y la armonía.
El motivo del cuadro es Eugenio Espejo, cuyo nombre lleva el nuevo edificio que albergará al Centro de Información y Biblioteca de la Universidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador, y que se develará como parte del programa de celebración del natalicio del Libertador Simón Bolívar este 24 de julio. Como se conoce, el precursor de la Independencia fue además el primer director de la primera Biblioteca Pública de Quito, cargo que ocupó en 1791.
Como cada año, Jaime Zapata (Quito, 1957) está de vuelta en Quito. Pero esta vez, a diferencia de otras en las que ha estado solo de visita, viene con obra nueva, instalada en los registros de su cotidianidad francesa, cuyas horas libres se llenan con la compañía de modelos a las que pinta en lo que parecería un intento de 'robarles el alma'. En algunos casos, las miradas plasmadas en los lienzos parecerían decir que Zapata lo ha logrado.