Los articulistas de opinión, como es mi caso, responden a una decisión que va más allá del miedo a que le caiga el mundo encima. Pensar, procesar y luego expresar las ideas que surjan es propio de la naturaleza humana, y de ahí que los riesgos queden atrás. No se nos escapa que también al prójimo le asisten iguales imperativos y, por tanto, nos asignamos tan solo una parte de la verdad. Es una de las limitaciones del derecho a la libre expresión tanto más que, demonios y ángeles de por medio, eso de opinar no es precisamente un acto de santidad, responde a la circunstancia de cada cual.
‘Compa’ es quizás el apócope más usado entre la gente que asistió a las conferencias y mesas redondas del Encuentro Latinoamericano Progresista (Elap) 2015, en diversos escenarios de la Casa de la Cultura y en el auditorio de Ciespal. No importa el momento ni el motivo de la charla. Allí, la mayoría se refería a cualquier persona que se acercaba como ‘compa’, compañero o cariñosamente: compañerito.
En el reino del discurso populista, que tergiversa y vacía de sentido a las palabras, una buena guía para no perderse es buscar dónde está el movimiento indígena, acompañado de trabajadores y estudiantes, porque ahí es donde está la izquierda.
El debate desde posiciones diferentes sobre el país que se quiere se dio el 23 de julio del 2015 en la Escuela Politécnica del Litoral. Cuatro referentes de distintas formas de pensamiento se dieron cita en este encuentro. Por una parte, estuvieron dos representantes del pensamiento político oficialista, y otra que se podría calificar de independientes al Gobierno e incluso de la derecha ecuatoriana.
Una roquera argentina que no ha dejado de hacer música desde los años 70, decía que su mayor anhelo en la vida era no convertirse en aquello que siempre ha condenado. Ese compromiso con su vida personal bien pudiera aplicarse a la política, sobre todo en estos momentos en que los desafíos llegaron a puntos bochornosos que poco tuvieron de debate y mucho de insulto. Y en ese saco caen oficialistas y opositores, lo que da lugar al escepticismo a todo llamado al diálogo que se dice que habrá.
El líder conservador en Barcelona propuso este jueves bloquear el ascenso al poder de Ada Colau, candidata de izquierda radical en las municipales del domingo, porque la ciudad “no puede ser la capital de los antisistema”.
Barcelona, la segunda ciudad de España, rompió este domingo (24 de mayo) con los partidos tradicionales y optó por la plataforma ciudadana de izquierda en la que se integra el partido emergente Podemos para regir su ayuntamiento.
El premio Nobel de Literatura alemán Günter Grass falleció este lunes a los 87 años. Encarnó la conciencia moral de la izquierda en la Alemania de posguerra pero su reputación quedo empañada cuando reveló haber pertenecido a una unidad de élite de Hitler. Video: AFP.
Para autodestruirse, un gran error es no ver los hechos y refugiarse en simplificadoras verdades que encantan, no obligan a pensar y nos convencen de nuestras posiciones, sino prejuicios. Es lo que hacen las izquierdas en relación a Venezuela. EE.UU. viene en ayuda de las simplificaciones y aumenta en provocación con una torpe medida, de invocar “amenazas extraordinarias” a su “seguridad” para sancionar a 7 funcionarios venezolanos. Si bien es una radical respuesta a reiterados desplantes de Maduro, primero contenta a la extrema derecha de EE.UU. que se ve gobernante, luego de la pérdida electoral legislativa demócrata. Obama está acorralado por los “halcones” para hacer demostraciones de poderío. Estos, encerrados en su pasado imperialista, no captan que eso lleva a mayores rechazos sino a la ley de la venganza, tal los islamistas “radicales”.
Los intelectuales marxistas boicotean la unidad nacional con su retórica de que “la izquierda no se puede mezclar con la derecha”. No permitamos que los beneficiarios del despotismo nos contagien de su crónica bipolaridad ideológica.
Ocho años después de apoyar al poder, Ayala Mora, Borja, Acosta y demás intelectuales dicen que “el gobierno no es de izquierda”.
Un grupo de políticos y pensadores de izquierda del Ecuador, Colombia y México hizo una suerte de ‘mea culpa’ en el Encuentro Latinoamericano Izquierda y Democracia, que se realiza desde ayer en la capital azuaya.
El ascenso fulgurante del partido antiliberal Podemos suscita hostilidad en medios políticos y mediáticos en España y vivos temores entre una franja del electorado, pese a que su programa no está aún definido.
Pablo Zambrano Pontón A nivel mundial, hay tres tipos de izquierda: 1) la inteligente, la de mercado, la que cree en la propiedad privada, la que facilita la inversión y los nuevos emprendimientos productivos. Pero se autodenomina como “izquierda” por preocuparse de la gente, de los aspectos sociales de la convivencia humana, de la salud, de la educación, de cobrar impuestos proporcionales o progresivos, pero jamás confiscatorios. 2) la tonta, la estatista, la que cree en la propiedad pública, la que piensa que todo debe ser del Estado, la que quiere nacionalizarlo todo, la que complica y pone trabas a la inversión y los nuevos emprendimientos productivos. Ese tipo de “izquierda”, es abiertamente dictatorial y represiva, contraria a la libertad y los derechos humanos. 3) La híbrida, una combinación de los dos tipos señalados: en ocasiones es de mercado, otros momentos es estatista.
El resultado de los recientes comicios presidenciales en Uruguay refleja una realidad: Todas (¿o casi todas?) las tendencias de izquierda en América Latina (AL) han hallado fórmulas (cada una distinta de otra) para estirar al máximo posible su permanencia en el poder.
Diputado europeo atípico, de larga melena recogida en una cola de caballo, Pablo Iglesias, 36 años, el líder de Podemos ha conseguido dar un partido a los “indignados” españoles y provocar un electrochoque en la clase política tradicional. “Hay que acabar con todos los privilegios de los políticos. Es obsceno que los que nos recortan vivan a todo tren ” , repite sin cesar este carismático orador, que el sábado (15 de noviembre) fue confirmado al frente de Podemos con 88,67% de los votos de mas de 100 000 militantes. “La sonrisa esta empezando a cambiar de bando” , dijo entusiasta ante centenares de miembros reunidos en un teatro el sábado. “Cuando os insulten, cuando mientan, cuando griten, cuando difamen, sonrían porque vamos a ganar” , prometió el carismático profesor universitario. En un contexto de fuerte crisis económica y continuos escándalos de corrupción, su partido parece ser el único que ha conseguido canalizar el malestar ciudadano mostrado por el movimiento de los "indignad
El bloque de Alianza País (AP) vive dos realidades. En el Pleno, ante los ciudadanos, los medios de comunicación y la opinión pública proyectan la imagen de un grupo consolidado, con ideas firmes y poco cuestionamiento a los proyectos que llegan desde el Ejecutivo. Sin embargo, en las reuniones privadas del bloque, a las que los periodistas no tienen acceso y la opinión pública difícilmente llega a conocer sus temáticas, se vive otra realidad.
El mapa político de América Latina puede cambiar este domingo tras las elecciones presidenciales en el gigante Brasil y Uruguay, dos países que han sido catalogados parte del bloque de la izquierda “pragmática” de la región.
Uno de varios esquemas que se niegan a desaparecer es el de las etiquetas “izquierda” y “derecha”, al cual aún acuden dirigentes políticos en diversas latitudes para mantener vivo el jueguito de “nosotros los buenos, ustedes los malos”.
El Encuentro Latinoamericano Progresista (ELAP 2014), que se inauguró este lunes, en la capital ecuatoriana, concluyó ayer, 30 de septiembre, con la "Declaración de Quito", en la que una treintena de organizaciones de izquierda de América Latina ratificaron su apoyo a los gobiernos progresistas de la región.