Las cámaras de seguridad de un local en Perú registraron el momento en el que una mujer fue asaltada cuando revisaba su celular.
Cuadrillas de 15 o 20 vecinos recorren las calles de los barrios para protegerse de la delincuencia, por las noches. Llevan palos y piedras, también pegan carteles con mensajes disuasivos en los que advierten que si un ladrón es atrapado, la gente hará justicia por su cuenta.
Los vecinos se conglomeraron en la intersección de la calle Borbón y avenida Maldonado del barrio La Argelia, en el sur de Quito. Eran las 21:45 de ayer, martes 12 de febrero del 2019.
Testimonio de Cristina T. quien fue víctima de un asalto violento en la avenida Simón Bolívar, en el suroriente de Quito. El hecho se produjo la noche del pasado miércoles 17 de octubre.
Duermen en medio de cartones y bolsas elaboradas con telas viejas. Lo hacen en grupos de hasta seis personas para protegerse del frío, la lluvia y la inseguridad de la noche. Buscan portales de casas y zaguanes para descansar.
El proceso de paz en Colombia deja las primeras secuelas en Ecuador. Las cifras oficiales de esa nación señalan que el 6% de los 7 000 guerrilleros de las FARC no entraron en las negociaciones.
La calle Chile es uno de los pasos más utilizados para conectar La Marín con el Centro Histórico. Son ocho cuadras las que se deben subir desde La Marín hasta el Centro Comercial Hermano Miguel. En este trayecto las transeúntes han identificado dos puntos en los que, comentan, se ha concentrado la delincuencia.
Las puertas de un taxi estaban sin asegurar. Este detalle facilitó que dos hombres asaltaran a la pasajera, una mujer de 29 años que se encontraba en el asiento de copiloto.
La violencia creciente en México desde hace más de siete años ha devastado sicológicamente a un amplio sector de la población, víctima de traumas que según expertos representan un problema de salud pública en el país similar al que vivió Colombia hace 20 años. Ignacio Jarero, fundador y presidente de la Asociación Mexicana para Ayuda Mental en Crisis, estimó que si las víctimas de la violencia no son atendidas sicológicamente de forma adecuada “puede llegar a desarrollar” lo que se conoce como “trastorno por estrés postraumático”. “La sintomatología de este síndrome es muy dolorosa y está asociada al sobresalto y miedo a salir, situación que afecta a sus seres queridos directamente y a la familia, que es el núcleo del tejido social”, alertó.
No puede olvidarse sobre lo ocurrido. Carlos B. tiene 16 años y cursa el quinto año de bachillerato en un colegio de Santo Domingo de los Tsáchilas. Él fue víctima de la delincuencia en las afueras de la institución. Hace dos meses, al salir de clases, dos hombres, de entre 30 y 40, años le siguieron. “No me percaté de su presencia, porque al mediodía muchas personas circulan”. Al llegar a la avenida principal, donde hay una parada de buses, notó que los desconocidos se le acercaron. Entonces, el bus se estacionó y el joven intentó subir. Mientras sacaba el dinero del pasaje, uno de los hombres le abrazó por la espalda y le arranchó la mochila. Carlos B. intentó bajarse, pero el autobús arrancó. “Nadie me ayudó. Algunos compañeros de mi colegio se rieron. Todo fue rápido. No pude perseguirlos”. Su madre, Carmen M., trató de poner una denuncia en la Fiscalía, pero no tenía pruebas y en la mochila no había objetos de valor. Por eso dice que se abstuvo. Según Édison Pazmiño, de la Policía