Los indígenas se adaptan a la convivencia en el parque de El Arbolito

Fotos: Ana María Carvajal/ El Comercio

Fotos: Ana María Carvajal/ El Comercio

Los alimentos se preparan en grandes ollas. Fotos: Ana María Carvajal/ El Comercio

El paro nacional convocado por la dirigencia sindical, social e indígena tiene carácter de indefinido. Aunque empezó este 13 de agosto del 2015, los dirigentes afirman que aún no hay una fecha exacta para que termine.

Por eso, la gente que viajó a pie y en vehículos desde Tundayme, en Zamora Chinchipe hacia Quito se adapta a las condiciones del parque de El Arbolito, en el centro norte de la capital.

Una llave de agua en mitad del parque y una piedra se convirtió en lavandería. Allí lavan su ropa y, cuando terminan, se lavan la cara y se refrescan para aliviarse del calor que se sintió en la mañana quiteña de este 13 de agosto.

Otro grupo, el de la comisión de alimentación, bajó de camionetas y camiones los productos que les han donado en el viaje que tomó 10 días o que han comprado con el dinero recaudado en la Vaquita solidaria, que en el camino "alimentaban" algunos ciudadanos con monedas y billetes.

Tienen grandes ollas y en la mañana se dedican a pelar cantidades de papas o a preparar arroz para tenerlo listo para el almuerzo. Este 13 de agosto serán más los comensales, puesto una numerosa delegación llegará al parque desde el norte del país.

El Municipio de Quito colocó un tanquero con agua apta para el consumo y también hay baterías sanitarias. No faltó la mujer que aprovechó la oportunidad para vender papel higiénico afuera de los baños.

Además, adentro y en los alrededores del parque, hay una especie de feria gastronómica a disposición de los manifestantes, visitantes y periodistas que están constantemente entrando y saliendo de El Arbolito.

Cebichochos, jugos de naranja, colas, aguas, manzanas acarameladas, hornado, arroz relleno, golosinas y cigarrillos son algunas de las cosas que se ofrecen. También hay venta de gorros, sombreros y gafas, para protegerse del calor. También se encuentra banderas, cornetas, pitos...

Un tanquero de agua fue puesto a disposición de los marchantes, por el Municipio de Quito

Mientras no están en sesión, alimentándose o haciendo protestas, la gente descansa. Unos buscan la sombra de los árboles y otros duermen bajo el intenso sol y solo cubren su rostro con gorras o prendas de vestir. Así retoman fuerzas para continuar con su protesta.

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