TIEMPO DE IMPUESTOS

Un Estado organizado y una sociedad responsable tienen en materia impositiva sus derechos y responsabilidades. El Ecuador ha avanzado mucho en esa materia.

Hace una décadas y gracias a una eficaz labor institucional iniciada por Elsa de Mena se logró empezar a sembrar cultura tributaria. Normas cada vez más rígidas y sistemas de cruce de información han logrado con el tiempo que cada vez se cobre más impuestos, a tal punto que los ingresos del fisco no solamente se nutren de los abundantes recursos de la extracción petrolera sino, en grado significativo, de la recaudación fiscal.

Pero la estructura del cobro es aún de una complejidad que confunde a miles de ciudadanos que como parte de la Población Económicamente Activa pagan sus impuestos.

Se debería adoptar sistemas más simples y directos que eviten que las personas naturales se vean obligadas a contratar contadores que hagan ese engorroso trabajo que, en algunas ocasiones, lleva a equivocaciones que se pagan con multas y sanciones.

Lo que ocurre es que el sistema está concebido para que las empresas serias y que siempre han aportado con este deber patriótico tengan cada vez más limitaciones. Lo mismo sucede con los ciudadanos que están en relación de dependencia. Pero por fuera del sistema tributario están miles de personas que se dedican a actividades informales y que nunca han tributado. Es una situación injusta. Cada vez se cobra más y mejor a los formales y a las empresas y ciudadanos formales, mientras el control no llega a esa economía subterránea.

Además, los ciudadanos responsables y serios se sienten acosados por avisos, correos y todo tipo de advertencias, mientras que los informales siguen sin tributar.

Suplementos digitales