Dice el refrán que “una imagen vale más que mil palabras” y, efectivamente, muchas veces es así. Por mucho que te expliquen las cosas, hasta que no las ves o hasta que no las vives en primera persona, no eres capaz de darte cuenta de lo que realmente significan.
Dice mucha gente, que la mejor manera de no olvidar nunca el horror de la Segunda Guerra Mundial, con los millones de muertos que causó, es que se tengan siempre presentes las imágenes de los campos de concentración.
Repito: las imágenes. Por tanto, para cualquier problema que se nos plantee, recurramos a las imágenes en la medida en que nos sea posible. Con toda seguridad, por ejemplo, la mejor manera de no olvidar nunca el horror del crimen del aborto, con los millones de muertos que causa, es que se tengan siempre presentes las imágenes de los abortos.
Repito: las imágenes. No despreciemos nunca el poder de las imágenes.