Un ambiente emotivo se tomó este 16 de julio de 2014 el Hospital Baca Ortiz, de Quito. Ahí se reunieron autoridades del hospital en el auditorio general para celebrar los 66 años de creación de la casa de salud. En la actualidad se atienden aproximadamente 600 niños y niñas en sus instalaciones cada día.
Elena García está desesperada por la salud de su hijo Jesús Loor, de 4 años. El niño fue atropellado hace dos meses en el sector de Tarapoa, en Sucumbíos. Actualmente, el menor está en el hospital Baca Ortiz de Quito y su estado es preocupante. Su madre detalló que el pequeño Jesús no puede mover ninguna parte de su cuerpo. Los médicos informaron a la mujer que el niño, si llega a sobrevivir, quedaría en estado vegetal para toda su vida. Los galenos alimentan al menor mediante una sonda. Los daños por el atropellamiento fueron tan graves, que tiene una de su pierna destrozada. Además, tiene una costilla salida y, según explicó Elena García, una parte del cerebro del menor habría sido removida porque tenía sangre en su cráneo.
En una cadena transmitida desde la noche de ayer y la mañana de hoy, el Gobierno cuestionó las críticas del médico Milton Jijón a la compra de renuncias obligatorias, quien a su vez las calificó de “infamias”. Jijón es uno de los 110 médicos que han sido despedidos del sector público. Genetista y con una puntuación de 99 sobre 100, impulsó proyectos como la primera unidad de diálisis renal infantil o la unidad para tratamientos de síndromes genéticos en el Hospital de Niños Baca Ortiz, donde fue director. En la cadena, el Gobierno afirmó que solo atendía dos pacientes por día y en el 2011 “ni un solo paciente por día”. Jijón explica que desde el 2007 hasta el 2009 en su calidad de director del Hospital no estaba en sus obligaciones trabajar en consulta externa. “Pese a eso al no haber otro genetista clínico examinaba pacientes”. Mientras que en el 2010 hasta inicios del 2011 su tiempo lo dedicó a la misión gubernamental Manuela Espejo, que estudió las causas de las discapacidades en el