Cuando su mirada se posa en las fotos de sus padres y sus hermanas asesinados por los nazis, Szmul Icek siente un escalofrío. Su cuerpo tiembla, sus ojos se humedecen 75 años después de haber escapado al infierno de Auschwitz.
Mientras ordenaba el exterminio sistemático de millones de personas, Heinrich Himmler escribía cartas de amor a su mujer y las firmaba como "Tu Heini".