Horas antes de esta conversación, Juana Guarderas estuvo investigando sobre los posibles vínculos entre la histeria y el histrionismo. Sentada en una de las butacas del teatro del Patio de Comedias y a minutos de iniciar una nueva función de las Marujas, teje la trama de esas reflexiones y se despacha con una ráfaga de ideas sobre la complejidad del mundo visto desde la histeria.
“¡Alerta! !Tráfico de órganos! ¡Cuiden a sus hijos!”. Una noticia falsa en Facebook demostró su poderoso alcance: habitantes de un sector pobre de la periferia de Lima salieron enardecidos en busca de los delincuentes, destruyendo todo a su paso.