La hinchada amarilla recibió al BSC en Guayaquil

Barcelona llega a Guayaquil. Llegada de Barcelona a Guayaquil su hinchada lo espero al salir por la puerta numero 1del aeropuerto, ganador de la primera etapa del Campeonato Nacional de Futbol 2012. Joffre Flores/ EL COMERCIO

Barcelona llega a Guayaquil. Llegada de Barcelona a Guayaquil su hinchada lo espero al salir por la puerta numero 1del aeropuerto, ganador de la primera etapa del Campeonato Nacional de Futbol 2012. Joffre Flores/ EL COMERCIO

Sobre autos, camionetas o rejas, la hinchada amarilla improvisaba asientos para ver la llegada de los jugadores de Barcelona a Guayaquil. El avión aterrizó en el la Base Aérea de la Fuerza Armada del Ecuador, en el norte de la urbe.

"Volveremos, volveremos. Volveremos otra vez. Volveremos a ser campeones…” coreaban los cientos de hinchas que taponaban la avenida Carlos Luis Plaza Dañín a las 16:30 de ayer. El pito de los autos, el sonido del acelerador a fondo y el de cornetas de mano llevaron el ambiente de la cancha a la calle.

Poco después de las 17:00 salió de la Base el bus de dos pisos descapotado. ‘Barcelona vs El que sea’ decía en la parte superior junto al escudo del equipo. Desde el piso de arriba, los jugadores y directivos saludaban.

"Díaz no te vayas", repetía en alta voz la hinchada. Uno de ellos era Jorge Quiñónez, de 47 años. “El hincha está aquí celebrando algo que tenía retenido”, dijo. Desde hace 14 años, la última vez que fue campeón, Barcelona no llega a una final. Él festejó la clasificación junto a diez amigos más. “Imagine si somos campeones cómo será”, expresó.

Jorge Chihuiza, de 31 años, llevó a su esposa, tres hijos, sobrino y perro a darle la bienvenida al equipo canario. Que Barcelona haya ganado la primera etapa le permite “volver a soñar en que vamos a ser campeones”.

Banderas, pancartas y camisetas teñían la acera durante el recorrido hacia el estadio Monumental. ‘Perdemos 1-0 y somos finalistas, ustedes ganan 5-0 y siguen siendo mediocres’, había escrito Clara Mata, de 54 años, sobre una cartulina. Sus dos hijas la acompañaron durante la celebración. “Estamos felices, esto va de generación en generación. Mi nieta es tan barcelonista como yo”, dijo mientras se movía al ritmo de un tambor.

 

Suplementos digitales