Esther (nombre protegido) madruga a las 05:00 y se alista para una nueva jornada de trabajo autónomo en Quito. Camina por las calles del sector La Marín, en el centro de la capital, durante más de 12 horas para llevar el alimento a casa. Pero cada día -dice- la situación es aún más dura: son USD 10 la máxima ganancia que alcanza extendiendo sus labores. El presupuesto no abastece para sostener el hogar y su madre, una adulta mayor, también se suma a las actividades para que el hambre cese.
Hasta 132 millones de personas pueden sumarse 2020 año a los casi 690 millones que pasaban hambre en 2019, un aumento motivado por la pandemia del covid-19, que refleja la necesidad de mejorar la alimentación en todo el mundo.
Todos los días miles de personas mueren de hambre, sin embargo, hablar del tema se ha convertido en una conversación incómoda, ¿por qué?
Los meses de pandemia multiplicaron las iniciativas para paliar un drama que Chile creía erradicado: el hambre. Las ollas comunes se reproducen en los barrios más pobres y varios restaurantes, algunos gourmet, volvieron a encender sus cocinas para que nadie se acueste sin comer.
La vicepresidenta de la República, María Alejandra Muñoz, anunció la implementación de un enfoque de desaceleración de los daños ocasionados por la pandemia del coronavirus. Este jueves, 20 de agosto del 2020, la funcionaria visitó el comedor comunitario Ubunto, ubicado en la Isla Trinitaria, sur de Guayaquil.
Paola Carabajal, una cocinera de 39 años de un barrio humilde de los suburbios de Buenos Aires, se quedó sin su empleo en un negocio de comidas cuando la demanda se derrumbó al inicio de la pandemia del coronavirus.
Entrevista a David M. Beasley, Director Ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos. Tiene un doctorado en Jurisprudencia por la U. de Carolina del Sur. Ha colaborado con líderes en más de 100 países en proyectos para promover la paz y el progreso. Fue Gobernador de Carolina del Sur.
Son las 07:30. Suenan las sirenas. Luciana camina con sigilo por las calles del Centro Histórico de Quito; las patrullas policiales rodean el sector. Alista su mascarilla, maquillaje y coloca alcohol-gel en sus manos. Ella, trabajadora sexual desde hace 10 años, intenta juntar dinero para comprar la comida del día. Pero no hay clientes; su economía está quebrada.
Casi uno de cada nueve seres humanos sufrió de desnutrición crónica en 2019, una proporción que debería agravarse a raíz de la pandemia de covid-19, según un informe anual de la ONU publicado este lunes 13 de julio de 2020.
Manténgase informado con el podcast: Entérese con EL COMERCIO. A continuación, los temas de este viernes 19 de junio del 2020.
La crisis del nuevo coronavirus está empujando a 40 millones de personas a una situación de inseguridad alimentaria en América Latina y el Caribe, advirtió el martes 16 de junio de 2020 Naciones Unidas, que pidió medidas urgentes para evitar una “pandemia de hambre”.
Oum Ahmad y su familia sobrevivieron a años de guerra, pero hoy esta mujer siria teme que la caída inédita de la moneda nacional traiga el hambre a su casa.
Toallas, camisetas, trapos o cualquier tela blanca se la utiliza como una bandera en La Comuna, un barrio ubicado en noroccidente de Quito. Los vecinos las cuelgan en sus casas y esperan que las autoridades o las fundaciones las vean. Quieren enviar un mensaje directo: aquí pasamos hambre.
La hondureña Cintia Suyapa Zelaya, de 24 años, admite que incumple junto a su familia el toque de queda impuesto por el Gobierno para frenar la propagación del nuevo coronavirus porque tienen que salir a pedir dinero para comer.
Miles de animales, entre ellos el tigre de Sumatra y orangutanes de Borneo, podrían morir de hambre, alertaron los zoos de Indonesia, duramente golpeados por la crisis del nuevo coronavirus y que pronto se verán sin recursos.
Con muchos restaurantes cerrados y gran parte de la población en casa durante el estado de emergencia en Japón para combatir el coronavirus, algunos expertos dicen que las ratas podrían estar expandiendo su búsqueda de comida a las calles desiertas que antes recorrían las personas.
Saqueos y trapos rojos son hoy la imagen del hambre en Colombia. Desde los barrios más pobres de Bogotá hasta los pueblos más alejados del Caribe, las protestas de los desesperados por la falta de comida se repiten a diario.
Ricardo Cordeiro Junior hace fila junto con su esposa sordomuda y su hijo autista para recibir un plato de comida en pleno centro de Sao Paulo. Despedido en plena pandemia, ahora depende de la beneficencia para no pasar hambre, como él más de cinco millones de brasileños pueden volver a la extrema pobreza.
El nuevo coronavirus podría agudizar este 2020 la situación de las poblaciones al borde de la hambruna, tras un 2019 marcado por un aumento del número de personas en el mundo que sufrieron hambre extrema, según un informe publicado este martes 21 de abril de 2020.
“¡A retirarse a sus casas!” , ordenan con megáfonos militares y policías en Petare, la mayor favela de Venezuela, haciendo valer una cuarentena ante la propagación del nuevo coronavirus que personas como Gladys rompen para “guerrear” contra el hambre.