LOS GRAFITIS

El Diario EL COMERCIO, días atrás, publicó un reportaje muy interesante sobre los grafitis; incluyó varios de los que se encuentran escritos en algunas fachadas de las casas en la ciudad de Quito, y hubo reflexiones de por medio. Sobresalió uno que contiene un mensaje claro y contundente:  “Con Lasso, el Ecuador nuevamente sería el Banco del Barrio... del FMI”. El grafiti se realiza de manera espontánea, veloz, en lugares públicos y, por lo general, se mantiene el anonimato, aunque específicamente en aquel transcrito -por lógica deductiva- se infiere de qué sector político proviene. En la antigua Roma, la costumbre de la escritura ocasional sobre muros y columnas era una realidad a través de los grafitis que decían consignas políticas, insultos, declaraciones de amor, etc. En la época actual, el mundo entero es testigo de grafitis de diverso género. Alguien dijo que el grafiti se forma a través del texto, el contenido y la opinión social; formando así una comunicación social. En todo caso, al margen de su significado desde la óptica de la sociología y de la comunicación social, habría que preguntarles a los dueños de los inmuebles en cuyas fachadas aparecen  estas expresiones  qué opinión tienen al respecto.

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