Estados Unidos es un país fundado sobre la esclavitud. La segregación racial cruza su historia y está presente en sus momentos más tensos y polarizados. Lo que le ocurrió a George Floyd no es nuevo. Se ha dado en múltiples ocasiones en un país que, nutrido de la fuerza del trabajo de los negros, siempre ejerció sobre ellos, por encima de todas las demás minorías étnicas, la supremacía blanca.