De manera casi simultánea han aparecido tres novelas de autores quiteños que vienen muy bien para que los lectores revivan sendos momentos de la historia.
Desde la parte posterior de la Basílica del Voto Nacional se puede ver, en línea recta hacia el sur, cómo la calle García Moreno atraviesa el Centro Histórico de Quito hasta morir a los pies del Hospital Psiquiátrico San Lázaro, en la calle Ambato.
Pabellones llenos de rejas, calabozos abandonados, guías penitenciarios, esposas que ataban sus manos y fuertes gritos fueron la opción elegida por cerca de 52 personas que la noche del pasado sábado 13 de julio del 2019 practicaron un turismo diferente. Lo hicieron alumbrados por la luna llena y acompañados por el frío y una leve lluvia en las instalaciones del expenal García Moreno, ubicado en San Roque, centro de Quito.
El expenal García Moreno, una de las cárceles más 'tétricas' en la historia ecuatoriana, ahora está convertida en un excéntrico centro de memoria histórica, busca recrear a turistas valientes la escalofriante vida que padecieron en ese lugar los más célebres asesinos, narcos, políticos corruptos e, incluso, muchos inocentes.
Los trabajos de complementación de la plataforma única que se realizan en el extremo norte de la calle García Moreno, entre las calles Mejía y Chile, desde el pasado 5 de enero, estarán listos para este fin de semana.
Quito es una ciudad que no suele trasnochar. Pero parecería que cuando llega el domingo a la tarde, esa 'responsabilidad' de ir temprano a la casa exagera aún más.
Gabriel García Moreno permaneció en París entre 1855 y 1856. No cabe la menor duda de que, a más de su cercanía al pensamiento cientificista europeo del periodo, estuvo muy próximo al contexto histórico y político del país galo con la presencia en el poder de Luis Napoleón Bonaparte quien, luego de ser electo abrumadoramente como Jefe de la República en 1848, transitó desde un modelo democrático-electoral-plebiscitario hasta proclamarse, en 1852, emperador Napoleón Tercero, en medio de una política ascendentemente autoritaria, arbitraria y antidemocrática que dejó de lado todo vestigio del republicanismo liberal francés.
¿Vale la pena rememorar a un personaje que fue la gran figura ecuatoriana -y súper polémico- en tiempos tan lejanos como los comprendidos entre 1858 y 1875? Valga o no, la historia del santo o demonio Gabriel García Moreno ha vuelto a sonar por dos motivos.
Los creyentes desfilan este 2 de abril del 2015 por los templos del Centro Histórico de Quito. Es Jueves Santo y, como cada año, la gente se acerca más de lo normal a la iglesia, comenta una mujer que en la puerta reparte estampas y escapularios, a cambio de una “limosna voluntaria” en el atrio de San Francisco.
Redacción Quito La cárcel Quito, el expenal García Moreno, dejó oficialmente de ser un centro penitenciario, indicó la ministra de Justicia, Ledy Zúñiga. Una exposición fotográfica se presenta en este sitio y está abierta, de forma gratuita, al público.