Las posiciones ya fueron definidas. El capitán ha dado la orden de defender la bandera a toda costa. En medio de gritos, los disparadores se cubren las espaldas para avanzar en su ruta. El objetivo: acabar con el enemigo.
‘La jugada empieza en 10, 9, 8…’, advertía el monitor. Frente a la pantalla, los competidores tomaban el último sorbo de energizante antes de aferrarse a los controles, sin un límite de tiempo.