La poetisa Gabriela Mistral (1889-1957), la única mujer iberoamericana con el premio Nobel de Literatura, sigue más vigente que nunca 75 años después de recibir el galardón y Chile, que revisa continuamente su legado, la recuperó en el último año como símbolo de la crisis social.
La versión en guaraní de 'Cielo, mar y tierra', una antología de poemas, cuentos y prosa poética de la escritora chilena Gabriela Mistral, es ya una realidad tras culminar un proyecto dirigido a los centros educativos del país suramericano, donde ese idioma es oficial junto al español.
Poblada por un lenguaje estético extraordinario, por una cadencia que se asemeja al habla de su pueblo natal, y por una gran preocupación por la condición humana. Así define Marjorie Agosín, catedrática universitaria, la obra de la poeta chilena Gabriela Mistral.
Cada vez se leen menos los poemas de Gabriela Mistral, aunque sus poemarios fueron éxitos de venta a mediados del siglo pasado. No solo fue la primera mujer latinoamericana sino la primera, entre los seis latinoamericanos, en recibir el Premio Nobel de Literatura en 1945. Los poemas de su libro ‘Ternura’ eran recitados por cientos de niños en las escuelas primarias, una práctica que poco a poco ha ido desapareciendo. Por mucho tiempo perduró su imagen santificada como la ‘Maestra de América’, en mucho gracias a Benjamín Carrión, quien en 1956 la llamó “santa Gabriela Mistral” y “madre de todos los niños del mundo”.