Cuando Luis (nombre protegido) salió de cuidados intensivos y superó los efectos más graves del covid-19, el terapista Sebastián Vinueza entró en acción. Tres veces al día acudía a la habitación del paciente para que hiciera ejercicios de respiración y físicos. Con ellos la función pulmonar, afectada por el nuevo virus, mejoró.