El sepelio de Jorge Mejía Vera fue rápido. No hubo flores ni serenata ni misa. El pequeño cofre, que contenía sus restos, pasó directamente del crematorio a un nicho del Cementerio General de Guayaquil. Su hijo Eddy dice que apenas pudo despedirse de su padre, de 50 años. Esperaba ofrecer una misa cuando se cumpliera un mes de su deceso. Hoy se cumple ese plazo, pero el homenaje tendrá que esperar más.
Desde el 23 de marzo del 2020 hasta el 4 de abril la Fuerza de Tarea, con Criminalística de la Policía Nacional, ha realizado el levantamiento de 1 350 cadáveres en Guayaquil. Jorge Wated, a cargo de coordinar esa Junta, señala que empezaron recogiendo 30 y ahora levantan más de 100 cuerpos por día, aunque no hay datos de cuántos de ellos fallecieron a causa de covid-19.