Como salidos de una catástrofe natural o post-apocalíptica, los bailarines llenos de polvo evocan los recuerdos de otra vida desde ese rictus dramático. La obra de la Compañía Nacional de Danza de Ecuador será el primer gran espectáculo del Festival Internacional de Danza Fragmentos de Junio, cuya edición 17 se inició con dos residencias y una muestra fotográfica y se extenderá en Guayaquil hasta fin de mes.
Las figurinas de la cultura Valdivia con sus Venus voluptuosas; los caimanes trepadores del poste totémico Manteño-Huancavilca; y piezas arqueológicas con los atuendos de chamanes son algunas de las fuentes que la compañía de danza guayaquileña Zona Escena utilizó como inspiración para la creación de la obra ‘Observadores nocturnos’, que se estrenó la semana pasada en el XV Festival Internacional de Danza Fragmentos de Junio.
El bailarín argentino Martín Piliponsky, quien ofreció en Guayaquil un taller sobre su visión de una danza de la improvisación que se apropia de técnicas como la del vuelo bajo (flying low), presentará este sábado en la ciudad una pieza que fusiona su visión del ‘vuelo rasante’ con la danza de la bailarina galesa Kirstie Simson.
El primer festival Fragmentos de Junio, que incluyó además de danza piezas de teatro e incluso una exposición de pintura, se realizó en junio de 1993. Se plasmó como una forma de responder desde el arte a una huelga de tres meses de los empleados de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Núcleo del Guayas (CCENG).