Si como escribe el francés Roland Barthes, en ‘La cámara lúcida’, “lo que la fotografía reproduce al infinito únicamente ha tenido lugar una sola vez”, todas las imágenes de la muestra ‘Miradas sobre Quito’, trascendentes al tiempo, nos devuelven a esa ciudad de piedra y polvareda, que solo existió una vez, y nos devuelven a esos hombres que cámara en mano registraron esa única existencia.