La acogida que tuvo la feria Automundo 2017, llevada a cabo en Cemexpo la semana anterior, puso en evidencia que el país tiene una demanda de vehículos represada, la cual se agudizó en los últimos dos años debido a la restricción de las importaciones.
Tras la recuperación de las ventas en lo que va del 2017, el sector automotor ecuatoriano enfrenta un nuevo obstáculo. Este mes entró en vigencia la resolución número 358-2017-F de la Junta de Regulación Bancaria y Financiera que, para efectos prácticos, restringe el acceso a créditos bancarios para la adquisición de vehículos, al elevar las garantías de los clientes al 150%.
Aunque no es apropiado generalizar, puede decirse que el transporte público adolece de problemas estructurales que van desde el estado de las unidades que prestan el servicio hasta el comportamiento de los conductores de las mismas. Esto incluye a los taxis, a pesar de las ventajas inherentes al transporte puerta a puerta.
Pese a las amenazas del presidente estadounidense Donald Trump sobre gravar con impuestos la importación de autos procedentes de México, y al reciente inicio del procedimiento para renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, México sigue siento el principal proveedor de automóviles de EE.UU. y la inversión extranjera en la industria automovilística mexicana aún no se ha visto perjudicada.
Las lluvias no cesan en el país ni en la capital. Recientes estimaciones del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) dan cuenta de que el invierno se extenderá hasta junio, confirmando con ello que el de la temporada 2016 - 2017 se convertirá en el más largo y crudo de los registrados en las últimas décadas.
Hace pocos días, la Cámara de la Industria Automotriz Ecuatoriana (Cinae) invitó a los medios de comunicación a una rueda de prensa en la que presentó su Anuario 2017, documento que recoge las cifras más recientes de la actividad del sector ensamblador nacional, así como de las empresas autopartistas que lo abastecen.
Ya no se trata solamente de los baches en las calles y avenidas de las ciudades como consecuencia de los fuertes aguaceros diarios. Ahora son tramos de importantes carreteras arrasados por deslaves y ríos desbordados, que dejan incomunicadas y desabastecidas a poblaciones enteras, como sucedió esta semana en El Oro y Loja.
Suele suceder que, después de adquirir un vehículo nuevo o usado, hay quienes encuentran que el ejemplar elegido no satisface plenamente sus requerimientos. Varios factores evitan llegar a esa conclusión, que puede llegar a generar una frustración con la que, en el peor de los casos, el propietario deberá convivir algunos años.
Hace unos días, un conocido me comentó sobre la decepción que se llevó luego de comprar un auto nuevo. El modelo le gustó mucho desde que lo vio por primera vez, y se propuso adquirirlo en cuanto le fuera posible hacerlo.
El 2017 empezó con buenas noticias para el sector automotor ecuatoriano. Por un lado, la firma del Acuerdo Comercial con la Unión Europea supuso la eliminación del sistema de cupos a la importación de vehículos, lo cual viene impulsando la dinámica comercial desde el último trimestre del 2016, y seguramente también lo hará en el transcurso de este año. Y aunque el país no atraviesa su mejor momento en términos económicos, es indudable que la demanda represada en los últimos años encontrará un cierto alivio.
Ante las amenazas del presidente estadounidense Donald Trump de elevar los aranceles aduaneros a los vehículos fabricados en México que se exporten a su país, varios fabricantes frenaron sus intenciones de construir nuevas fábricas o mejorar las que ya tienen en el país latinoamericano.
La tecnología, aplicada a todos los campos, avanza a un ritmo vertiginoso y la industria automovilística no es la excepción. Así lo demuestran constantemente las novedades que se presentan en los múltiples ‘auto shows’ que cada año se llevan a cabo en diferentes lugares del planeta, y que dejan boquiabiertos a los visitantes ante el nivel de sofisticación de los nuevos sistemas.
Aunque se trata de una fecha simbólica, el inicio de un nuevo año siempre es un momento apropiado para plantearse nuevos y buenos propósitos, a partir de los aspectos en los que cada persona considera que necesita mejorar.
Según dio a conocer la Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador (Aeade), noviembre registró las mayores ventas de autos nuevos de los últimos 15 meses, con 6 558 unidades. Le sigue octubre, con 6 240.
Según publicó EL COMERCIO el pasado lunes, los accidentes de tránsito ocurridos durante los 10 primeros meses del año dejaron un saldo de 17 532 personas heridas. Y aunque son 3 398 menos que las 20 930 que se registraron en el mismo período del 2015, el dato no da para alegrarse.
Empieza diciembre y las fiestas de Quito, Navidad y fin de año, con sus respectivas vísperas, ocupan una buena parte del mes. Es una época en la que el movimiento comercial aumenta y con ello también la cantidad de desplazamientos en auto, lo cual causa embotellamientos y genera oportunidades para la actividad delincuencial.
En su sección sobre Transporte y Movilidad, la Nueva Agenda Urbana resultante de la Conferencia Hábitat III habla sobre la necesidad de que las ciudades proporcionen sistemas de transporte accesibles, sustentables y seguros para todos sus habitantes, mediante la transformación de los actuales modelos de desarrollo orientados al automóvil hacia modelos orientados a las personas.
Si hasta hace poco se pensaba que en los taludes de Oyacoto, en la Panamericana Norte, no se necesitaba colocar mallas de protección (que sí existen cerca del puente sobre el río Guayllabamba), el deslizamiento de tierras del pasado domingo debería motivar una revisión de ese criterio.
Una de las principales conclusiones y recomendaciones que dejó Hábitat III, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Vivienda y Desarrollo Urbano Sostenible desarrollada en Quito hace pocos días, fue que las diferentes administraciones territoriales deben cuidar la calidad del aire, como parte de un conjunto de acciones orientadas a mejorar la calidad de vida de las personas.
La llegada anticipada del invierno y las fuertes lluvias que desde el mes pasado azotan a la capital ya causan estragos en la vialidad urbana. Muchas calles y avenidas del norte, centro y sur de Quito están llenas de baches, que se hacen más grandes y profundos con cada nuevo aguacero.