El presidente estadounidense, Barack Obama, dijo el jueves que respalda la decisión de la secretaria de salud de Estados Unidos de desautorizar a científicos del Gobierno sobre un mayor acceso de las mujeres a la controvertida píldora del día después. Obama señaló que apoya la decisión de la secretaria de Salud y Servicios Humanos, Kathleen Sebelius, de coartar el plan de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por su sigla en inglés) de terminar con el tope de edad sobre las personas que pueden comprar la píldora Plan B sin receta. El fármaco de Teva Pharmaceutical Industries Ltd, que debe tomarse dentro de las 72 horas de una relación sexual sin protección para evitar la concepción, ha estado disponible sin prescripción para las mayores de 17 años, aunque las mujeres aún tenían que pedir ayuda al farmacéutico y mostrar identificación que acredite su edad. Las menores de 17 años requerían una receta para comprar el medicamento. Obama dijo que no participó
La Administración de Alimentos y Medicamentos estadounidense (FDA) rechazó este miércoles otorgar a una farmacéutica el derecho a vender sin autorización la píldora del día después a menores de 17 años. Una prescripción médica “continuará siendo necesaria para las jóvenes menores de 17 años”, declaró en un comunicado la jefa de la FDA, Margaret Hamburg. Hamburg envió una carta a los periodistas explicando que si bien ella apoya el intento de hacer la píldora del día después más accesible a las jóvenes mayores de 12 años, la secretaria de Salud y Servicios Humanos, Kathleen Sebelius, se había mostrado en desacuerdo con la decisión de la FDA y había invocado su autoridad para bloquear la iniciativa. Actualmente la píldora del día después, que puede reducir la posibilidad de un embarazo si se ingiere hasta 72 horas después de haber mantenido relaciones sexuales sin protección, está disponible sin prescripción para todas las mujeres mayores de 17 años. La farmacéutica Teval, que fabrica la
Los funcionarios de salud de Estados Unidos están evaluando la colocación de etiquetas más estrictas en la generación más nueva de píldoras anticonceptivas, ya que algunos datos muestran podrían elevar el riesgo de formación de coágulos sanguíneos. Personal de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por su sigla en inglés) revisó estudios que comparaban una generación más antigua de fármacos de control de natalidad con píldoras más nuevas que contienen el compuesto drospirenona, como las populares Yaz y Yasmin de Bayer AG. En un informe publicado esta semana, los revisores indicaron que la evidencia muestra información contradictoria sobre la relación de las píldoras con drospirenona y los coágulos sanguíneos, aunque el vínculo tampoco podría descartarse, y eso implicaría la necesidad de una nueva etiqueta. "Debido a la consistencia en reportes recientes sobre un aumento del riesgo, la etiqueta del producto debería reflejar esa posibilidad muy real", indica
Los estudios clínicos hechos por la firma Medtronic sobre su medicamento Infuse ocultaron los efectos secundarios graves y potencialmente mortales del fármaco, según publicó ayer una revista médica. Los datos, que se presentaron a la Administración estadounidense de Alimentos y Medicamentos (FDA), muestran que hasta un 50% de los enfermos tratados con Infuse sufren efectos secundarios como dolores en las piernas, infecciones, quistes, ciertos cánceres y esterilidad masculina, según los analistas de los estudios y el editorial de una edición especial de la revista médica “The Spine Journal”. Ninguno de los trece estudios clínicos financiados por Medtronic, en los que participaron 780 pacientes, dieron a conocer los efectos secundarios derivados del consumo de Infuse, según analistas de estos estudios llevados a cabo por Eugene Carragee, jefe del servicio de cirugía de columna vertebral de la facultad de medicina de Stanford, en California (oeste). Infuse, cuyo objetivo es estimular el c
Las mujeres que reciben implantes de mama de siliconas son propensas a necesitar una cirugía adicional dentro de los 10 años para hacer frente a complicaciones como la rotura del dispositivo, dijeron el miércoles reguladores de salud de Estados Unidos.