En el país circula un número indeterminado de cédulas anteriores a las que emite el Registro Civil desde 2012. Estos nuevos documentos de identidad, con una serie de sistemas modernos de seguridad, están en manos de 10 millones de personas.
El reportaje que publicó Diario EL COMERCIO en su edición de ayer (22 de junio) reveló que no se ha podido establecer el número de documentos con el viejo diseño que todavía circulan y tienen plena validez. Tales cédulas se prestan a los trucos de falsificación más comunes.
Adicionalmente, se detectó que en algunos casos eran malos funcionarios del Registro Civil los que propiciaban el robo de especies valoradas con las que se elaboraban cédulas falsificadas.
Pero incluso hubo unos casos en que la suplantación de la identidad se operó desde las mismas oficinas de la institución estatal para dotar de cédulas nuevas, aquellas que tienen todas las garantías de seguridad, a ciudadanos provenientes de China y Cuba, con otras identidades. Los funcionarios que cometieron tal ilícito fueron detenidos.
La Contraloría ha iniciado exámenes especiales al Registro Civil para detectar el blindaje del sistema informático, que debiera ser casi invulnerable.
Suena inverosímil pero la investigación periodística llegó a establecer casos detectados de aspirantes a policías que habían dado pruebas fallidas y que luego acudían a estos ‘servicios’ delictivos para que otras personas rindieran sus exámenes por ellos y de esta manera obtener su ingreso. ¡Increíble!