El 27 de octubre se conmemora el nonagésimo segundo aniversario de la creación de la Aviación Militar, fecha identificada como el Día de la Fuerza Aérea Ecuatoriana. Con humildad y sincero agradecimiento, desde mi posición de ciudadano común, pero con el inmenso y alto honor de haber sido parte de sus filas por 27 años, permítame, señora Directora, saludar a tan noble y gloriosa institución. Fui testigo del valor de sus oficiales pilotos, técnicos y especialistas en 1995; de la serenidad, aplomo y certeras decisiones de sus mandos; y, del profesionalismo, conocimiento, entrega y sacrificio del personal de aerotécnicos y empleados civiles, hoy servidores públicos. La misión con creces cumplida por la FAE y, en general por las FF.AA., no se basa únicamente en la atención logística que los gobiernos con justicia entregan a la institución guardiana del aire, sino, fundamentalmente, en su recurso humano que desde las fases de reclutamiento y formación, se moldea en la disciplina, el honor, dignidad y vocación de servicio al país. A ellos, mis superiores y compañeros, desde mi posición de Suboficial Primero de Aviación en Servicio Pasivo, presento mi saludo cívico y emocionado; mi augurio de mejores días para gloria de la Patria, la institución y el bienestar de sus miembros, y mi grito ferviente unido siempre al de ustedes que exclama con unción y fervor: ¡…sobre selvas, montañas y mares, no hay alas que vuelen mejor!