El DT Juan Carlos Pérez, a la izquierda, supervisa el trabajo en el Fuerte Militar Bolívar. Foto: Enrique Pesantes / El Comercio
Los jugadores de Everest suelen llegar a las prácticas de su equipo en buses o en el alimentador de la Metrovía que avanza a Fertisa, sur de Guayaquil, donde está el estadio Alejandro Ponce. Allí se entrenan dos veces por semana.
El equipo realiza sus prácticas de fútbol en este escenario los martes y jueves, mientras que el resto de la semana van al parque Samanes, norte de la ciudad, para sus trabajos de acondicionamiento físico.
Atrás quedaron los días de gloria del poderoso ‘Ciclón Rojo del Guayas’, que en febrero cumplirá 88 años de fundación. El club que se honra por haber hecho debutar al histórico Alberto Spencer, participó en la Serie A por última vez en 1983 y actualmente disputa la Copa Ecuador, gracias una invitación de la Ecuafútbol.
Hoy disputarán el partido de vuelta de la primera fase de este torneo a las 15:00, en Quevedo, ante Insutec. Nahín Rivadeneira, entrenador de la plantilla, usa el nombre de Spencer como motivación para sus dirigidos antes de los juegos.
“Ninguno de estos chicos lo vio jugar (a Spencer), tampoco saben a fondo la historia de este club. Parte de nuestro trabajo es que tengan ese sentido de pertenencia, que salten a la cancha arropados por la historia”, contó el técnico.
La plantilla actual está compuesta por 26 jugadores, con un promedio de edad de 22 años. Entre rostros conocidos, se destacan Leonardo Soledispa y Luis Zambrano, exjugadores de Barcelona y Emelec, que aportan experiencia al club.
Everest disputa cada año el torneo provincial de la Segunda Categoría de Guayas, en esta temporada avanzó hasta la segunda fase. En julio quedaron eliminados de ese campeonato; pese a no tener competencias oficiales siguieron entrenándose, sin saber que serían invitados a la Copa.
Daniel Chedraui, exjugador de Barcelona, es el presidente. Cuenta que su incursión en la Copa los ayuda a mantener vigente el nombre del club, que fue campeón nacional en 1962 y que luego de 35 años regresa a un torneo nacional.
“Somos un equipo pobre, en Segunda Categoría nadie te da la mano. Estas iniciativas en algo nos ayudan”, dijo el directivo. La Ecuafútbol invitó a Everest por sus destacadas participaciones en los campeonatos nacionales de la década del 60.
Debido a la falta de dinero, en el club no pagan sueldos a sus jugadores. Según Chedraui, se les entregan incentivos para movilización y viáticos. Así mismo, seis jugadores que llegaron de Esmeraldas viven en una residencia que pertenece al equipo, en el sector de los helechos, norte de Durán.
Para costear esos gastos y el alquiler de canchas para entrenamiento, la directiva maneja un presupuesto de USD 3 500 mensuales. Tienen tres auspiciantes, pero estos no aportan económicamente, sino por canje. Una se encarga de confeccionar los uniformes, otra de las medicinas…
Otro histórico club que disputa la Copa es Audaz Octubrino, que con sus buenas actuaciones en el estadio 9 de Mayo de Machala, en las décadas del 70 y 80, los hicieron ídolos de El Oro. Tras 70 años de vida, su mejor campaña fue en 1987, cuando se ubicaron en el tercer puesto de la Serie A.
Su última participación en un campeonato nacional fue en el 2004, cuando estuvo en la Serie B. Este año, gracias a coronarse campeón provincial accedió a la primera etapa de la Copa Ecuador. El viernes en la noche ganó 1-0 a San Francisco de Azogues, en el estadio Carlos Falquez, en Pasaje, y se clasificó a la segunda etapa.
A diferencia de Everest, el ‘Súper Audaz’ sí paga sueldos a sus jugadores, que oscilan entre los USD 380 y USD 700, dependiendo de la experiencia del deportista. Sin embargo, se pudo conocer que en el momento la directiva mantiene una deuda de cuatro meses con la plantilla.
A inicios de este año se realizó un selectivo –al que asistieron 700 aspirantes– para conformar la plantilla. El 80% de los futbolistas son oriundos de Machala y de sus cantones aledaños, según contó Freddy Ponce, coordinador del club.
Doce de los 25 jugadores de la plantilla son estudiantes de colegio, por lo que el entrenador Juan Carlos Pérez les da facilidades en los horarios de entrenamiento para que pueden llegar tarde o irse temprano.
Las prácticas se realizan en el Fuerte Militar Bolívar, sector de El Cambio, vía El Guabo–Machala. El lugar cuenta con dos canchas, con un césped irregular. Los deportistas suelen cambiarse de ropa a los costados del gramado, porque no hay camerinos.
Según Ponce, que además funge como asistente técnico, se tiene planificado construir un complejo para el club, cerca del parque ecológico. Evitó mencionar el monto del presupuesto anual.