Tanto perros como gatos suelen ser, en líneas generales, animales de buen comportamiento. Sin embargo, existen algunas mascotas que presentan problemas de conducta que derivan en temperamentos agresivos, no solo con los seres humanos sino con otros de su misma especie.
El vínculo cada vez más cercano que tienen los animales de compañía con los seres humanos hace que sea difícil pensar que el estrés y ansiedad de la vida actual no afecte también a las mascotas.