Es jueves por la noche. A dos semanas de Navidad, Daniela Mosquera, de cuerpo menudo y cabello ondulado, está sentada en un pequeño salón ubicado en el edificio de Los Espejos de la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE). Mientras espera que se inicie uno de los últimos ensayos generales del 2018, cuenta que la época navideña es una de las más exigentes del año, por el incremento en el número de presentaciones.