Especies son amenazadas en el Pacífico durante su flujo migratorio

La tortuga verde (Chelonia mydas) se mueve por el Pacífico en una ruta marina cque incluye varios países del Pacífico americano.

La tortuga verde (Chelonia mydas) se mueve por el Pacífico en una ruta marina cque incluye varios países del Pacífico americano.

La tortuga verde (Chelonia mydas) se mueve por el Pacífico en una ruta marina que incluye varios países del Pacífico americano. Foto: Archivo

Los tiburones, las tortugas, las ballenas, las orcas, entre otros, son animales amenazados que viajan miles de kilómetros por las aguas del Pacífico, entre Ecuador, Perú, Costa Rica, Panamá, Colombia e incluso llegan hasta México.

Se refugian en las islas Galápagos y peligran fuera de ellas hasta llegar a otras reservas. Alex Hearn, biólogo marino, opina que hay que empezar a enfocarse en lo que pasa fuera de las áreas protegidas.

Durante sus 10 años de investigación, Hearn ha rastreado, con marcas satelitales, más de 800 animales marinos que transitan por aguas ecuatorianas. Una de las vías de migración en el Pacífico Este Tropical ocurre entre las islas Galápagos y la isla de Cocos en Costa Rica.

El porqué de la migración entre el archipiélago y la isla se encuentra en una cadena montañosa submarina llamada Cordillera de Cocos. Los valles de esas montañas son el hogar de muchos grupos de peces que sirven de alimento a las especies migratorias.

Las tortugas, los tiburones mar­tillo y otros animales utilizan esta cordillera como una vía para llegar a Galápagos desde Cocos, y viceversa. Tal es el caso de las tortugas laúd, que viajan hasta la isla costarricense para anidar en sus playas y regresan a Galápagos para alimentarse. Otras, como la tortuga verde, ponen sus huevos en 45 playas de las islas ecuatorianas.

Asimismo, el tiburón punta negra llega a Galápagos para criar a sus retoños y los tiburones martillo, para reunirse con los de su misma especie.

Sin embargo, cruzar la Cordillera de Cocos puede significar la muerte. “Entre los dos sitios hay mucha pesca industrial”, afirma Hearn, quien participa en una red internacional llamada MigraMar, que brinda asesoría técnica para la conservación.

La pesca incidental, sobre todo durante la captura de atún, es una de las amenazas más grandes para los tiburones y manta rayas en peligro.

Durante el 2015, en la pesca de atún se capturó incidentalmente 553,2 toneladas de tiburón y 66,77 toneladas de manta rayas en el Pacífico Este Tropical. Estos fueron los resultados de un estudio realizado por la Comisión Interamericana del Atún Tropical.

El silky fue el tiburón más afectado y representa el 15% de todos los individuos desembarcados por la pesca artesanal.
La delimitación de las áreas marinas de Ecuador, Costa Rica y Colombia es un paso necesario para proteger a las especies migratorias.

“Definir los territorios marítimos establece fronteras que se respetan entre las tres naciones, delimitando así las áreas de uso de recursos para un mejor y más efectivo fortalecimiento de las actividades de control y vigilancia de manera conjunta”, dijo el ministro del Ambiente, Walter García, a EL COMERCIO.

El Corredor Marino del Pacífico Este Tropical (CMAR), una iniciativa de conservación regional, pretende establecer una estrategia conjunta para delimitar un corredor marino integrado entre Panamá, Ecuador, Costa Rica y Colombia. Además, está previsto incrementar las áreas marinas protegidas de la región.

CMAR enmarca las áreas marinas protegidas de las islas de Cocos, Coiba (Panamá), Malpelo y Gorgona (Colombia) y del archipiélago de Galápagos.

De estas cinco áreas protegidas, cuatro son actualmente Patrimonio Mundial de la Humanidad de la Unesco, es decir, son lugares únicos en el planeta por sus fenómenos naturales, procesos geológicos, desarrollo ecológico y extraordinaria biodiversidad.

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