Tras casi un año de teletrabajo, algunas personas se niegan a invertir en una silla ergonómica de calidad. Se acostumbraron a la del comedor o a la del desayunador y, por lo tanto, al dolor lumbar y cervical.
El covid-19 llegó y obligó a miles de personas a aislarse en su casa y desde ahí improvisar un espacio para laborar. Algunas se acomodaron en el dormitorio, mientras que otras lo hicieron en la mesa del comedor o en sofá de la sala.
El tiempo de vacaciones también puede ser momento para renovar espacios y que mejor que aquellos dedicados al estudio o trabajo para lograr que sean más confortables y estéticos.