Encerrado con candado en un kiosco de metal, en el centro de Guayaquil, estaba un perrito que fue rescatado por activistas en el centro de la urbe.
Un chino de 39 años ha permanecido en su casa encerrado durante más de tres décadas porque sus padres creían que estaba poseído por fantasmas, informó el domingo 30 de abril de 2017, el diario independiente South China Morning Post.