Las elecciones

Todos los ecuatorianos pueden estar tranquilos. En las elecciones para Presidente y Vicepresidente, es admirable que haya habido varias encuestas, con diversas orientaciones ideológicas, y relativamente todas coincidan.

Es normal que el hecho de que Lenín Moreno haya alcanzado casi el 40%, que hace falta para ganar en primera vuelta, según la Constitución, haya producido especulaciones y hasta politiquería. También es admirable que haya habido 12 ‘exit-polls’ o encuestas a boca de urna, autorizadas por el CNE, y relativamente todas coincidan.

Igualmente hubo un conteo rápido realizado por una empresa privada, como las empresas de las encuestas y las de los exit-polls. Tanto el conteo rápido como los otros procedimientos han terminado coincidiendo con los porcentajes oficiales del CNE. Además, hubo muchos observadores de las organizaciones políticas en las mesas de votación y tenían que estar acreditados por el CNE, lo cual da tranquilidad, pues las inconsistencias que se han presentado pueden ser denunciadas y aclaradas.

Es normal que se presenten pequeños desajustes, pero en mi percepción, hasta ahora, nada grave. 
Lo mencionado anteriormente es lo que debe importar a los ecuatorianos que quieran la paz y aprecien la democracia. En campaña electoral se suelen aprovechar las apariencias para intentar ganar.

Eso no es sano, porque a veces se miente y se engaña a las mayorías, que no son muy formadas políticamente en ninguna parte del mundo. No obstante, la democracia es el mejor sistema político que se haya inventado hasta ahora.

Para el país es conveniente que haya una segunda vuelta en la que los dos candidatos expliquen en detalle cómo van a realizar sus ofertas de campaña.

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