Después de la explosión que se registró, el miércoles pasado, en el edificio Appenzell, ubicado en la avenida Eloy Alfaro, en el norte de Quito, el ambiente en el sector es de incertidumbre. La interrogante de los habitantes es: ¿quién va a responder por los daños causados, principalmente, en las ventanas de las edificaciones? Esta inquietud aún no tiene respuesta.
Dos mujeres de nacionalidad colombiana, quienes prefirieron no dar su nombre, relataron que vieron desde su ventana una luz e instantáneamente escucharon un ruido ensordecedor. Ellas retrocedieron y observaron cómo caían los vidrios de su departamento ubicado frente al octavo piso del edificio Appenzell, lugar donde se registró una explosión la mañana de ayer.