El dirigente que activó la intolerancia

El polémico de la semana / Eduardo Maruri.  Presidente de Barcelona Sporting Club

Redacción Guayaquil

Eduardo Maruri está decidido a censurar a quienes sean críticos con su gestión, como presidente de Barcelona. La primera muestra fue la prohibición de ingresar al palco de prensa del  estadio  Monumental al  periodista deportivo Carlos Víctor Morales.

Eso ocurrió el 13 de febrero pasado, cuando el equipo amarillo enfrentó a Macará. Sus acciones no quedaron ahí.  El directorio de la institución  también se reserva el derecho de iniciar acciones legales contra los periodistas que “atenten contra la honra y el buen nombre del club”.

Esas resoluciones configuran un atentado a la libertad de expresión, libre  acceso a la información pública y vulnera el derecho universal al trabajo. Así lo interpreta el periodista, quien ese día  comentó el partido  desde una de las suites del escenario. 

¿Quién es?
Nació el 6 de septiembre de 1966, en Guayaquil. Es  publicista, empresario, dirigente deportivo y político. Fue Asambleísta por Guayas en representación del Movimiento UNO, que  se  fundó en 2007.  ¿Qué hizo?
Impidió que el periodista deportivo  Carlos Víctor Morales ingresara  al palco de prensa del estadio Monumental,  por considerarlo un detractor de su gestión como presidente de Barcelona.
¿Qué dijo?
“A Barcelona hay que respetarlo y el directorio es el responsable de hacer que se respete a la institución. Carlos Víctor Morales es un detractor de mi gestión y eso atenta contra la estabilidad jurídica del club”.

El documento de la resolución inicial  apareció 11 días después de que el directorio amarillo vetó  al comunicador, que tiene una columna de opinión en  diario Súper, un programa en radio Tropicana, en Guayaquil,  y también comenta en  Canal Uno.

  El miércoles pasado Maruri expuso los argumentos que motivaron a los directivos toreros a vetar a Morales. El escrito dice que el comunicador, con  sus comentarios, “promovió la sedición e incitó a la socavación de la institucionalidad del club”.

La inconformidad de Maruri empezó, según el comentarista Morales,  cuando en sus espacios hizo eco de la entrevista que radio La Red, de Quito,   realizó al empresario Fidel Egas, dueño del Banco Pichincha.

En esa entrevista, el banquero  reveló que el publicista y ex asambleísta del Movimiento UNO no estaba,  en principio, preparado para dirigir Barcelona, que no sabía nada de fútbol  y que le hizo falta escuchar las sugerencias de sus colaboradores.

En ese contexto, Morales insistió en sus espacios en que la llegada de Maruri a la presidencia de Barcelona había sido una panacea política para apuntalar su campaña y así obtener una curul en  la Asamblea Constituyente. Según el comunicador, él reprodujo lo que en su momento afirmó Egas a La Red.

Maruri,  esta semana , calificó a Morales como detractor de su gestión.  También dijo que respeta las críticas constructivas de la prensa. Además, recordó “que una cosa es tolerar las críticas y otra que haya irrespeto a la institución, dirigentes y cuerpo técnico”. Esto declaró al final de la última sesión del directorio, la noche del miércoles pasado. Ahí se decidió que   Morales no puede ingresar hasta el 15 de marzo.   

El periodista  se considera  un crítico de una gestión “que tiene más desaciertos que aciertos”.  Pero Maruri dijo que Morales ya   aceptó ser su opositor en un comentario del  pasado  8 de febrero en el programa ‘Equipo de primera’ que transmite Canal Uno.

  Maruri se jactó de que en sus dos años de gestión ha “demostrado ser tolerante y receptivo con  los medios y sus periodistas”.

Pero hay hechos que matizan esta afirmación. En diciembre pasado, el departamento de Relaciones Públicas  informó que el directivo solo respondería inquietudes de la prensa a través de  un blog. En el primer año de su presidencia el estilo era cambiar las credenciales de los periodistas para cada partido.
  Morales ha sido crítico con el manejo de las finanzas del equipo. Eso le molestó a Maruri. 

En la resolución del directorio torero, se recuerda su columna del 28 de octubre de 2009 cuando calificó como “ineptos” a los directivos del club ante la falta de liquidez.   El conjunto canario se  salvó  del descenso a la Serie B, después de una mala campaña, que lo ubicó en la décima posición en el acumulado  del Campeonato Nacional de Fútbol.

 En el directorio de Barcelona  hubo  conflictos de intereses. Kléber Chica actuó como vocal principal, pese a ser presidente de la Asociación Ecuatoriana de Radiodifusión (AER), núcleo del Guayas. Además es el jefe de Morales, ya que es el director deportivo de Tropicana.

Según Chica, él no estuvo en la sesión del 10 de febrero cuando se aprobó la prohibición para su subalterno. Renunció el jueves pasado cuando el directorio ratificó la censura.

Tras acolaradas discusiones, los involucrados participaron en un  debate en la televisora Canal Uno. El moderador fue Vito Muñoz. Allí, Maruri leyó artículos, publicados por el comentarista en el diario Súper.

 La reacción de los gremios periodísticos ha sido tibia. Solo se limitaron a enviar solicitudes a Maruri para que revea la decisión. Eso demuestra la cercanía de los medios con un equipo que siempre es noticia en los programas deportivos del país.

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