El Gobierno español aprobó un proyecto de ley contra el desperdicio alimentario para reducir la comida no consumida que acaba en la basura.
Las raciones las reparten sacerdotes de las 45 parroquias de la provincia. Los migrantes son considerados dentro de plan.
Más de 13 litros de agua se usan para producir un solo tomate y 70 litros, para una manzana. Al llegar a supermercados u hogares son desechados si están golpeados o si su forma no es la deseada. Esos productos, aptos para el consumo, terminan en la basura solo por su aspecto, lo que representa un gasto innecesario de recursos y contribuye a la contaminación.
El uso de las aplicaciones móviles tiene un nuevo objetivo: evitar el desperdicio de alimentos. Según datos de la FAO, alrededor de 1 300 millones de toneladas de comida se pierden o desperdician cada año. Esto representa un tercio de la producción mundial. El desperdicio de comida no solo representa un gasto innecesario de recursos, sino que también contribuye con emisiones de gases asociados con el calentamiento global.
Cocinar en estos locales es una aventura que va más allá del solo hecho de preparar un plato que cautive a cualquier paladar. La idea es que cada receta hecha en su cocina sea tan bien pensada, equilibrada y sana que logre encender la chispa del cambio en los modos de alimentarse de los comensales.
Latinoamérica pierde o desperdicia cada año 127 millones de toneladas de alimentos (223 kilos por habitante), mientras solo en EE.UU. la cifra ronda los 126 millones, un problema que ha escalado a la par del hambre creciente en el continente.
La planta de lácteos de la empresa Parmalat, ubicada en Lasso (Cotopaxi), sigue paralizada. Así lo informó este martes 8 de octubre del 2019 el gerente de la firma, Harold Celis.
Las secuelas que le dejó un accidente a Manuel Chicaiza lo llevaron al límite de la desesperación. Trabajaba en una empresa de seguros médicos cuando el golpe que sufrió le dejó una discapacidad del 60%. Escucha con dificultad, no siente sabores ni olores. Tampoco puede hacer grandes esfuerzos.
Dos son los objetivos principales del ‘trash cooking’, una tendencia gastronómica que se fortalece en hogares y restaurantes.
El desperdicio de alimentos es responsable de la generación de 193 millones de toneladas de gases de efecto invernadero (GEI) en América del Norte, una cifra que descontrola las emisiones de la región, desveló este jueves 7 de marzo del 2019 el estudio 'Por qué y cómo cuantificar la pérdida y el desperdicio de alimentos'.
El desperdicio de alimentos no solo genera pérdidas económicas, sino que también causa daños al ambiente. En el mundo, un tercio de los alimentos se pierden o desperdicien; en diciembre, el problema puede duplicarse por la gran cantidad de comida que se utiliza para los festejos navideños y de Fin de Año.
Es un alimento que mantiene intacto su valor nutricional y vitamínico, pero que por algún motivo termina en el tacho de basura. Puede ser una fruta madura y suave, fideos a punto de caducar o productos con empaques rasgados.
Las imperfecciones naturales de las frutas y verduras, debido a la desinformación y el prejuicio de la población, son sometidas a un juicio estético que repercute en el desperdicio y la pérdida de alimentos a nivel mundial, causando brutales daños medioambientales.
Al día un ecuatoriano gasta, en promedio, 249 litros de agua. Esta cifra es mayor a los 100 litros recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para satisfacer las necesidades de consumo e higiene y un 40% más que el promedio de la región.
Con el objetivo de frenar la “inmoral” pérdida de alimentos, América Latina trabaja para impulsar un “código de conducta” que unifique criterios para disminuir la generación de desperdicios en la industria alimentaria, afirmaron este miércoles 7 e junio del 2017 en Santiago expertos de la FAO.
La comida va más allá de lo que cada persona ingiere y supone la utilización de todo tipo de recursos, por lo que es necesario darle más valor antes que tirarla a la basura, declaró este 26 de mayo del 2017 a Efe la especialista de la FAO Rosa Rolle.
Mantenerse seco en temporada de Carnaval todavía es imposible, en Quito. En estos días, grupos de amigos, compañeros o familias se reúnen en plazas, piletas, aceras, terrazas, patios u otros espacios para mojarse entre sí.
El desperdicio de comida es una problemática a nivel mundial. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) un tercio de los alimentos producidos para el consumo humano se pierde o se desperdicia. Esto equivale a cerca de 1 300 millones de toneladas al año.
El chef japonés Hiroyasu Kawate se ha convertido en la nueva estrella emergente de la gastronomía de Asia y tiene una misión: conseguir que se reduzca la cantidad de comida que se tira en establecimientos de alta cocina como el suyo.
¿Erradicar el hambre en 2030? Aunque pueda parecer una utopía, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) tiene un plan para lograrlo: combatir los efectos del cambio climático, formar a las comunidades vulnerables y convencer a las sociedades desarrolladas de la necesidad de un consumo responsable.