Desalojo amenaza a la Casa de Literatura de Perú, inaugurada por Vargas Llosa

El anuncio del Primer Ministro de Perú, Juan Jiménez, de un posible desalojo de la Casa de la Literatura de su actual emplazamiento en un histórico edificio del centro de Lima para instalar allí oficinas administrativas, ha desatado la polémica y generado el rechazo de la comunidad cultural del país.

La directora de la Casa de la Literatura, Karen Calderón, confirmó la "preocupación" de esta institución, inaugurada hace tres años con la presencia del premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa porque "durante mucho tiempo no se ha aclarado si esta mudanza supondría el fin de su actividad".

Desde su inicio, la Casa de la Literatura se ubicó en la antigua Estación del Tren de Desamparados, en la ribera izquierda del río Rímac y a pocos metros del Palacio de Gobierno, que también acoge la sede de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM).

Sin embargo, a finales de octubre pasado Jiménez insinuó que la Estación de Desamparados era uno de los posibles edificios que la PCM evaluaba para trasladar su sede, aunque esta semana precisó a la revista Correo Semanal que sería para instalar "una suerte de complejo del poder Ejecutivo".

A juicio del primer ministro, la Casa de la Literatura tiene "poca visibilidad" y se mantiene alejada de los principales edificios culturales de la capital, ubicados alrededor del Ministerio de Cultura, en el distrito limeño de San Borja, y a donde actualmente se traspasa su gestión desde el Ministerio de Educación.

"Al centro de Lima viene muy poquita gente y no se hace vida cultural plena", argumentó Jiménez, quien dijo que prefiere instalar allí "el Centro para la Democracia de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur)", entre otras funciones institucionales.

El ministro peruano de Cultura, Luis Peirano, declaró también esta semana al diario Perú21 que el lugar al que se podría trasladar la Casa de la Literatura será "uno tan bueno o mejor que el actual".

"Yo quiero que esté en el mejor local posible y hasta ahora éste es el mejor, pero si encontramos otro mejor, la mudaremos", confirmó.
Karen Calderón solicitó hoy, sin embargo, "que se reconsidere esa evaluación, ya que la Estación cumple todas las condiciones para albergar la Casa de la Literatura".
Recordó, además, que su institución está apunto de llegar a los dos millones de visitantes en tres años, con 5.000 visitantes en algunos fines de semana y casi 2.500 actividades organizadas.

"Quizás ha sido un error por nuestra parte no aproximarle al primer ministro una información de lo que hacemos", reconoció la directora, quien confía en recibir pronto alguna comunicación de la PCM, "que hasta ahora solo se pronunció en los medios".

No obstante, Calderón fue tajante al rechazar la posibilidad de trasladarse a San Borja porque dijo que su entidad es parte de "una red cultural del centro histórico de Lima que funciona para recuperar su valor, ya que antes era muy difícil llegar a él por el tráfico y la inseguridad".
"Además, un traslado implicaría acondicionar un nuevo local, un mayor gasto que no contemplamos y un tiempo de mudanza cuando aquí ya tenemos actos comprometidos hasta mayo de 2013", afirmó.

Ante la incertidumbre y en medio del rechazo de gran parte de la comunidad cultural y literaria limeña, se han articulado diversos grupos en redes sociales como Facebook con casi un millar de personas en contra de la idea de Jiménez.

Esos grupos ya han organizado varias manifestaciones de protesta y convocan a vigilias culturales para exigir la permanencia de la Casa de la Literatura en la Estación de Desamparados, desde donde hasta ahora parte, una vez al mes, el tren turístico que llega hasta Huancayo, en la sierra central del país, tras recorrer algunos de los lugares de mayor altitud del mundo.

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