Redacción Guayaquil
La Armada Nacional continúa con las diligencias e investigaciones a fin de determinar responsabilidades en un incidente que provocó el derrame de 100 galones de asfalto líquido en la isla Puná (Guayas).
Para esta tarde está previsto un peritaje que será dirigido por Mario Pinto, oficial de la Capitanía del Puerto de Guayaquil. Un equipo visitará el sector de Campo Alegre, en el interior de la isla, donde se produjo el derrame.
El incidente se registró a las 21:00 del sábado 2 de enero. Fue cuando la barcaza San José, con matrícula 00-0530 y al mando del capitán Víctor Nazareno, desembarcaba el asfalto líquido en un tanquero de la compañía Mamut, con capacidad para 10 000 galones, para la firma Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
Según investigaciones iniciales, una mala maniobra de la tripulación provocó que al estero se regaran 100 galones de asfalto.
Según Jorge Ramón, director Nacional de los Espacios Acuáticos, quien descartó que el incidente haya provocado daños ambientales, inmediatamente presentada la emergencia, se reportó la situación a la Capitanía del Puerto de Guayaquil y de la Superintendencia de El Salitral.
Activaron un Plan de Contingencia Zonal e iniciaron las labores de limpieza y mitigación en la zona afectada. En el estero se instalaron filtros especiales para evitar que el material se vaya con la corriente hacia el mar.
De esas tareas participaron, además, personal de Pdvsa e incluso habitantes de la comuna de Campo Alegre, en donde está ubicada la torre de exploración de gas en la isla Puná.
El domingo, el teniente Mario Pinto, los ingenieros Walter Viteri y Manuel Viera, ambos de la Superintendencia de El Salitral, y un equipo técnico especializado en este tipo de emergencias, llegaron hasta Campo Alegre para dirigir las acciones y controlar la emergencia.
Trascendió que el material derramado iba para la construcción de vías en la isla. El asfalto líquido se emplea, entre otros usos, para riegos asfálticos, reparaciones y mejoras de caminos.
A fines de junio pasado, Pdvsa inició la exploración de gas natural en el Golfo de Guayaquil con la perforación de un pozo en la isla Puná. El poblado de Campo Alegre trascendió a nivel internacional cuando, previamente, sus habitantes retuvieron parte de un taladro para exigir obras para la comunidad a cambio de la presencia de los venezolanos.