Las credenciales

Pues, la entrega de las credenciales a los campeones de la jornada electoral del 17 de febrero dejó algunas huellas en medio del compás de espera hasta el 14 y 24 de mayo y coincidió con la celebración del medio siglo del Jefe. Fue, además, un segundo encuentro entre los 100 aliancistas -que ahora son 105, dicen- y una oportunidad para que el santo cincuentón muestre sus progresos en la oratoria, gracias a sus seis años de discursos correspondientes al primer período y medio en su Carondelet querido.

Don Domingo 7 Paredes tuvo el gusto de entregar las credenciales a los triunfadores y no darles bola a los bronquistas ni a los boquisueltos de la anterior Asamblea. Hubo algunas protestas pero la voz del Jefe dijo "misión cumplida" y resonaron los aplausos. Punto. El discurso de fondo fue para rememorar la dimensión de la paliza modelo 2013 y, de paso, reanimar a los vencidos. Quedó, pues, en claro -una vez más- que los aliancistas ganaron en todos los confines del Ecuador y el Presidente fue reelegido a la primera, gracias a varios factores claves. Entre ellos un buen candidato, una tremebunda campaña, una tonelada de inauguraciones, una reconocida maquinaria oficial y una nueva victoria de la fórmula bolivariana-albista: el voto manda.

No faltó, en buena hora, la oferta presidencial de que también los opositores -treinta y pico- serán tomados en cuenta, con la condición de que en la Asamblea usen buenos argumentos, sean críticos pero sin sobrepasarse, pidan la palabra comedidamente y, sobre todo, no sean muchos y sean buenitos. La respuesta fue positiva. El bloque de hinchas de Lasso murmuró "Creo que somos los vicecampeones y allí estaremos" y los hinchas de Rodas reiteraron "más que opositores somos admiradores... perdón, propositores". Los demás -con Lucio a la cabeza- están analizando si vuelven a competir en unas urnas que se cansaron de la partidocracia y en las que -casi, casi- solo entran los votos aliancistas.

¿Qué pasará después de cuatro años? El panorama se estaba presentando muy animado cuando el Jefe dijo que en el 2017, al terminar el nuevo período, se retiraría de la vida pública. Comenzaron entonces las elucubraciones. ¿Quién será candidato por Alianza País? Pero en eso se escuchó una voz malgenia: "Pero si me molestan me reelijo". Muchos hicieron la promesa de no molestarle. Si todos cumplen y, por lo menos, no le molestan mucho, veremos otras caras en la brega presidencial próxima. Como las de Lenin o doña Gabrielita. ¿Y las de quienes más? Luego, ¿el Jefe se retirará de la vida pública? ¿O volverá en el 2021? Bueno, ya nos estamos sobregirando en materia de perspectivas chismosas y mejor es desear que en el próximo período -y en todos los demás- funcionen la estabilidad y el progreso en nuestro país. Además, que se acabe la reelección y, por cierto, rijan la democracia y las libertades, gracias a las buenas credenciales que entregue el CNE.

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