Dos futbolistas del club brasileño Chapecoense, Alan Rusche y Hélio Neto, y un periodista brasileño Rafael Valmorbida, que viajaban en el avión que se estrelló en el noroeste de Colombia el lunes 28 de noviembre del 2016, fueron remitidos con vida al hospital San Juan de Dios, donde su situación es estable. Video: AFP
75 personas muertas se contabilizaban el martes 29 de noviembre del 2016, tras el accidente de avión que trasladaba a la plantilla del club de fútbol brasileño Chapecoense a Colombia. Seis sobrevivientes son tratados en centros clínicos, tres son jugadores del equipo. Chapecoense viajaba a Medellín para medirse al Atlético Nacional en la ida de la final de la Copa Sudamericana, que fue suspendida tras el siniestro. Video: AFP
La tarde del 1 de abril se conoció que el helicóptero civil desaparecido cerca de Copiapó y que era pilotado por Pedro Pablo Aldunate Arriola, familiar de la presidenta chilena Michelle Bachelet, reportó problemas e intentó aterrizar el 31 de marzo del 2015 a las 19:30.
‘Misión cumplida’. Fue la frase que desató el llanto del mundo entero, cuando el socorrista Manuel González emergió a la superficie desde la mina San José, en Copiapó. Él fue el primero en descender hasta el sitio donde estaban los 33 mineros y el último en salir de las galerías. Permaneció solo, a 700 metros de profundidad, durante la tensa media hora final del operativo, esperando la cápsula Fénix, que lo regresó a la superficie.Al retornar, el rescatista comentó: “Estuve 25 horas abajo, a una temperatura de 40 grados Celsius. Imagínese lo que es vivir 70 días en esas condiciones, con una humedad del 100%. La gente andaba semidesnuda. Para nosotros fue impresionante” .24 horas antes de cerrar la puerta de la mina, González llegó hasta donde estaban los mineros, después de una emocionante partida de la superficie. Antes de iniciar la aventura recibió buenos deseos y un “que Dios lo acompañe”, de parte del presidente de Chile, Sebastián Piñera, y de sus colegas, los técnicos chilenos.L
Los primeros de los 33 mineros que permanecieron sepultados durante más de dos meses se disponían a regresar ayer a sus hogares tras pasar la noche en el hospital de Copiapó, norte de Chile, al día siguiente de su impecable rescate que emocionó al mundo.“Al menos dos o tres de ellos recibirán el alta la tarde de hoy (jueves)”, dijo el ministro de Salud chileno Jaime Mañalich, tras indicar que los 33 mineros “evolucionan bien”. El presidente, Sebastián Piñera, visitó la mañana de ayer a los mineros en el hospital, que aparecieron ante las cámaras con un aspecto relajado y portando sus lentes de sol para evitar la luz tras casi 70 días en la oscuridad del socavón.Piñera, quien estuvo en la mina durante la totalidad del rescate, propuso este jueves que “el 25 de octubre sean recibidos en la casa de todos, con su familia en La Moneda (sede del Gobierno), como se lo merecen”.Son pocos los mineros que presentan algún problema de salud tras los más de dos meses que pasaron bajo tierra. El min
Los 33 mineros atrapados en las entrañas de Chile fueron rescatados en su totalidad la noche del miércoles. El emotivo operativo, que puso fin a un encierro de más de dos meses, encendió los festejos y se convirtió en el mayor hito de supervivencia bajo tierra.Entre gritos de felicidad, aplausos y festejos, los hombres que estuvieron 69 días en las fauces de la mina San José, en el desierto de Atacama, emergieron uno a uno en una cápsula de acero diseñada para el inédito operativo.Luis Urzúa, de 54 años y jefe de turno de la mina, se convirtió en el último de los sobrevivientes en emerger del estrecho y caluroso túnel de 622 metros de roca sólida. Sirenas y cantos sonaron, globos con los colores patrios de Chile fueron soltados al aire, funcionarios se abrazaron y familiares corrieron a fundirse a Urzúa.Las celebraciones estallaron en varias localidades. “Chi Chi Chi Le Le Le, ¡Viva Chile!”, vitoreaba la gente en la mina y en las calles de la vecina ciudad de Copiapó. Allí, miles de pe
Unos 2 000 periodistas acechan las carpas de las familias de los mineros atrapados, expectantes ante el rescate. En una competencia feroz en busca de una declaración, una sonrisa para la cámara o una lágrima que permita un buen cierre de una nota.La imagen se asemeja a un gran mercado persa, con periodistas escogiendo a las familias como si fueran un producto entre varias ofertas. Pero la competencia entre los periodistas, tanto locales como extranjeros, respeta el ‘fair play’: cada uno espera ordenadamente su turno en las afueras de las carpas en las que viven las familias, hasta que sus colegas terminen de hacer sus entrevistas.Los familiares, acostumbrados a este juego mediático, los atienden con paciencia, volviendo a repetir una y otra vez sus historias de vida, cómo son los mineros y qué pasó en estos dos meses. No pasa lo mismo en las conferencias de prensa oficiales, en las que se imponen los camarógrafos más fornidos y de hombros más anchos, sobre los menudos reporteros o repo
Una de las máquinas que perfora más de 600 metros para rescatar a 33 mineros atrapados desde hace más dos meses en el norte de Chile completaría su trabajo lo más pronto el sábado. Aunque el Gobierno mantiene viva la esperanza de adelantar el ansiado momento. El ministro de Minería, Laurence Golborne, explicó ayer en el polvoriento campamento Esperanza, en las afueras de la mina, que pese a la ansiedad que crece entre reporteros y familiares de las víctimas, lo más factible es que aún resten dos días para que el martillo de la perforadora llegue al punto trazado. La máquina más avanzada está a unos 100 metros de su objetivo, dijo el ministro a periodistas. “Esperemos que llegue a los 630 metros o un poco menos que tiene como objetivo dentro del fin de semana, presumiblemente el sábado”, señaló Golborne. “Yo creo que esta noche sería muy difícil que efectivamente rompiéramos (llegar al punto fijado), pero con un poco de suerte se podrá adelantar del sábado al viernes, pero ya veremos lo
El ministro de Minería chileno, Laurence Golborne, señaló que los 33 mineros atrapados a 700 metros bajo tierra recibirán diversas donaciones como videojuegos y calcetines para mejorar sus condiciones de vida.“Hay varias cosas que se están planeando para mejorar su calidad de vida. Se nos han regalado cachos (juego de dados), cada uno con los nombres de los mineros que están allá abajo, para que puedan tener algo de esparcimiento. Importantes mp3 (archivos de música) que han sido donados por música de la Sociedad Chilena del Derecho de autor”, indicó Golborne. De esta forma, los mineros tendrán calcetines con hilos de cobre con los que evitarán la aparición de hongos, consolas Play Station Portátil, reproductores de música del gusto de los trabajadores, ropa térmica, champú, gorras de baño y utensilios para asearse. fakeFCKRemoveMientras tanto, ayer se coordinaban detalles para que los mineros tuvieran un contacto directo y personal con sus familiares. Estaba previsto que los trabajado