La tierra comenzó a temblar, pero el controlador aéreo siguió en su puesto para garantizar el despegue de un avión de línea. Fallecido en el terremoto que sacudió la isla indonesia de Célebes, Anthonius Gunawan Agun se ha convertido en un héroe nacional.
“Esto no se olvida. Es muy difícil pasar la página y todos los días duelen las heridas que quedaron de aquella noche”, afirmó en una entrevista con Efe la controladora aérea Yaneth Molina un año después de la tragedia del Chapecoense.
Yaneth Molina, la controladora aérea que mantuvo desde la torre de control del Aeropuerto de Rionegro de Medellín el último contacto con la tripulación del avión de Lamia estrellado el lunes 28 de noviembre del 2016, rompió el silencio luego de dos días de ostracismo. En un comunicado reveló que ha recibido amenazas y sostuvo que hizo bien su trabajo.