Las malformaciones congénitas vinculadas al virus del zika son veinte veces más frecuentes respecto al periodo anterior a la epidemia que golpeó el continente americano entre 2015 y 2016, según un estudio publicado el jueves 2 de marzo de 2017.
Las mujeres que se alimentan mejor antes de quedar embarazadas son menos propensas a tener bebés con defectos congénitos, incluidos problemas cerebrales y medulares y labio leporino o paladar hendido, según un estudio realizado en Estados Unidos.
Las embarazadas que están expuestas a humo de carbón y pesticidas son hasta cuatro veces más propensas a tener bebés con graves defectos congénitos, comparado con las mujeres que no entran en contacto con estos químicos durante la gestación, reveló un estudio chino.