El agua que nace de las vertientes de las comunidades indígenas Jubal y Huangras alimenta al proyecto hidroeléctrico Paute y es el punto neurálgico del conflicto limítrofe entre Cañar y Chimborazo. Ambas provincias se disputan la pertenencia de 64 000 hectáreas de páramos.
El primer paso está dado. Los prefectos de Guayas y Azuay, Jimmy Jairala y Paúl Carrasco, en su orden, firmaron una carta de intención en la búsqueda de encontrar a una salida amistosa a los diferendos de límites que mantienen ambas jurisdicciones.