Visitar Smoqe, cualquiera de sus dos locales (en Quito o Cumbayá) significa trasladarse por una, dos, tres horas a las regiones del sur de Estados Unidos. Significa, también, dejarse sorprender y dedicarse -entregarse- a disfrutar cada uno de los detalles que ofrece.
En Smoqe se preparan entre 100 y 200 hamburguesas, 15 o 20 de cada tipo, en un día normal. Los viernes y fines de semana se pueden llegar a vender hasta 300. La carne que se usa es fresca y se cocina a la plancha.
Una enorme casa sobre la avenida 5 de junio, en el sur de Quito, acoge a la Pizzería de Rulo. Hay un amplio parqueadero, un ascensor y decenas de espaciosas mesas. En 1991 cuando el negocio ‘daba sus primeros pasos’, tenía apenas seis mesas y un pequeño horno.
Las pizzas en Di Rulo tienen cuatro tamaños diferentes, personal, mini, mediana y familiar. Su sabor es casero porque su preparación artesanal se mantiene desde hace 24 años.
En un barrio en el sur de Quito, la Pizzería Di Angelo acumula clientes todos los días desde las 17:30. Su horario es nocturno y su servicio exprés. El movimiento de comensales es continuo. Una mesa que queda libre, no tarda más de un par de minutos en ocuparse de nuevo. Y las pizzas salen una tras otra para calmar el voraz apetito.
En la pizzería Di Angelo, ubicada en el sur de Quito, las pizzas se elaboran artesanalmente. La masa se prepara desde cero, al igual que la salsa. No existen variedades preestablecidas, el cliente elige los ingredientes a su gusto.
En Big Joe son conocidos por su hamburguesa de cinco o seis carnes, dependiendo del apetito del cliente. No es una opción común, pero sí posible. No está en la carta, pero cada semana el comensal en cuestión, quien les sugirió preparar esta enorme combinación, llega al local- ubicado en el norte de Quito, para saborearla.
En Big Joe se pueden llegar a vender entre 200 y 300 hamburguesas por día. La mayoría de estas preparaciones, el 80%, se consumen entre las 12:00 y 16:00. Los días viernes y el fin de semana la demanda aumenta.
Ubicado el letrero en una calle poco transitada de La Mariscal se inicia el descenso. Para ingresar al peculiar mundo gastronómico de Pizza Lucky Jr. basta bajar una docena de gradas desde la calle. Lo que se muestra ante los ojos de quien los visita es una especie de cueva subterránea- simpática- con paredes color café que contrastan con las mesas de brillante turquesa.
En Pizza Lucky Jr. se elaboran entre 45 y 50 pizzas diarias. Las favoritas de los clientes son la Especial Lucky y la de aceitunas con albahaca.
Un letrero advierte a los clientes que todas y cada una de las preparaciones del menú de Las Rollingas se hacen con esmero. No se trata de comida rápida- que sale en cinco minutos, a lo sumo, y se devora en menos-, sobre todo, porque las carnes de las hamburguesas se asan a la parrilla, y hacerlo bien toma tiempo.
Las hamburguesas de Las Rollingas se preparan a las parrilla y se hacen con ingredientes frescos y de calidad. Para esto, los dueños, realizaron pruebas con diferentes proveedores.
En el lugar hay sillas de director y reflectores. Pero no hay actores ni cámaras. No se trata de un set de filmación. Es el local de Movie House Pizza, en donde el mundo del cine se conjuga con el de las pizzas, al punto que los nombres de las combinaciones del menú tienen referencias cinematográficas y también las señaléticas.
Las hamburguesas (imágenes) que se exhiben en el menú tienen una ‘pinta’ bastante suculenta, son grandes y ciertamente atractivas a la vista. Lo más importante es que son verdaderas. La hamburguesa que llega a la mesa del cliente es tal cual se muestra en la fotografía: igual de grande, igual de tentadora.
La carne y los vegetales de las hamburguesas de Verde y Carbón se preparan todos los días, porque para mantener la calidad es importante que los insumos sean lo más frescos posibles. Además las preparaciones que salen son tal cual se ven en el menú.
El ‘food truck’- una tendencia gastronómica en boga a escala global- permanece estacionado en un espacio mínimo, en las inmediaciones del parque central de Cumbayá. Este, que pertenece a Pizza Rodante, es quizás el primero en su tipo en Quito y representa un concepto culinario muy diferente a lo acostumbrado en la ciudad.
En Pizza Rodante hay variedades clásicas y combinaciones exóticas, como la que combina fritada, ají de chochos y aguacate o las pizzas postres, estas llevan chocolate y diferentes frutas.
Es difícil imaginar cómo era El Chacarero 12 años atrás, cuando las hamburguesas se despachaban desde un carrito, ahora que el local ocupa un espacioso terreno- con parqueadero incluido-. En la actualidad los clientes tienen a su disposición mesas, en el interior de dos estructuras muy similares a las covachas playeras, para disfrutar de las variedades del menú.
El Chacarero, conocido también como Big Joe, empezó como un carrito en donde se vendían hamburguesas. La 'Bomba', que lleva huevo frito, chorizo y jamón, es la especialidad del negocio.
En La Gambugia las pizzas se preparan en un verdadero horno de leña. Así se hacían hace 28 años- que nació la pizzería, de la mente de Ivo De Paris- y se siguen haciendo en la actualidad. Todos los días se lo prende en la mañana, para que al mediodía y en la tarde alcance la temperatura perfecta y así cocinar masas que resulten crocantes y levemente esponjosas a la vez, ideales para una pizza.