La oferta de aceites comestibles se diversifica en las estanterías de las tiendas del país. Los más recientes en incorporarse son: el de semillas de uvas, el de ajonjolí y el de aguacate.
Escarabajos, orugas, hormigas, langostas o grillos comestibles pueden ser útiles para fabricar harinas para la industria alimentaria.
Investigadoras de la Universidad de Coimbra han desarrollado envases comestibles y beneficiosos para la salud a partir de residuos orgánicos como alternativa a los embalajes de plástico, según se ha dado a conocer en un comunicado.