La reducción en el precio del petróleo comienza a tener repercusiones en los precios de los combustibles que no tienen subsidio.
Ese es el caso del galón del JP1, también conocido como jetfuel o combustible para avión.
Desde el 22 de marzo pasado hasta ayer, el costo del galón ha bajado USD 0,60 en el mercado interno. A mediados de marzo, cuando el precio internacional del crudo se cotizó por encima de USD 106, en promedio, el galón de JP1 llegó a USD 3,83, que ha sido la cotización más alta en lo que va del presente año.
A partir de entonces, los precios del crudo han registrado una caída leve pero sostenida. Actualmente el precio del crudo West Texas Intermediate (WTI), de referencia para Ecuador, bordea los USD 85, lo cual se ha reflejado en una reducción del precio del galón JP1 del 16% en tres meses.
Según datos de Petroecuador, la mayoría de aviones que vuelan dentro del país consumen combustible sin subsidio. Apenas el 7% de los 44 millones de galones de JP1 despachados entre enero y mayo de este año tuvieron el descuento o subsidio oficial.
Lo anterior se basa en la decisión del Ejecutivo de inicios de año, cuando dispuso que solo los aviones que usen aeropuertos administrados por el Estado accederán al subsidio del 40%.
Esta normativa dejó fuera a todos los vuelos internacionales (que nunca tuvieron descuento) y los vuelos entre Quito, Guayaquil y Cuenca, que representan la mayoría del tráfico aéreo interno.
Con esa disposición, Petroecuador ya comenzó a generar utilidades por venta de combustible de avión de USD 90 millones, entre enero y abril del 2012.
Un cifra impensable hasta el año pasado, cuando registraba pérdidas, porque más del 90% del combustible aéreo utilizado a escala interna tenía subsidio.
Con el retiro del subsidio en enero pasado, las aerolíneas trasladaron a los usuarios parte de los mayores costos de combustible.
Sin embargo, el descenso actual de precios no se ha visto reflejado en una baja en los boletos, según pasajeros y agencias de viajes.
Carolina Lobo, ejecutiva que viaja cada mes a Guayaquil, dice que las tarifas no han sufrido ninguna modificación, al contrario, cuando no se reserva el boleto con anticipación hay que pagar más.
Lobo cuenta que hace dos meses viajó por USD 79, pero adquirió su boleto tres semanas antes. Cuando compró con dos días de anticipación pagó USD 120.
Esta práctica, sin embargo, se viene aplicando desde antes de la eliminación del subsidio. Las aerolíneas ofrecen mejores precios cuando los pasajeros adquieren sus boletos con anticipación, ya que eso les garantiza que el avión vaya lo más lleno posible.
Galo Paladines, gerente de la agencia Sol Caribe, señaló que los costos de los boletos aéreos nacionales no han variado y recordó que más bien la eliminación del subsidio al combustible, elevó los precios de los pasajes.
De ahí que el costo de los paquetes turísticos se ha elevado entre 20 y 30% en relación con el mismo período del 2011.
Para las aerolíneas internacionales, la reducción del precio del petróleo en el mercado mundial es un alivio. Rolf Meyer, director General de Ventas para América Latina de United, la mayor aerolínea del mundo, señaló: “Cada dólar de aumento en el precio del barril de petróleo nos significa un incremento anual de USD 300 millones en combustible. Si baja el precio del petróleo, obviamente nos favorece porque compramos la mayor parte del combustible a precio de mercado”.
Recordó que el costo de los boletos a escala mundial se maneja por oferta y demanda.
Saereo reorganiza sus vuelos
La aerolínea nacional Saereo continúa en reestructuración. Esta vez eliminará la ruta Quito- Santa Rosa-Quito, que prevé operar hasta hoy. Pero los vuelos no quedan ahí. Para suplir esa baja, la compañía pretende abrir el próximo 18 de junio el vuelo Quito-Lago Agrio-Quito. Según fuentes de la empresa, los trámites de operación está listos. Solo falta la aprobación definitiva de las autoridades aeronáuticas.
De esta manera, Saereo se quedaría con dos rutas que conectan a Quito con Macas y Lago Agrio. A esto se suman los vuelos diarios entre islas que realiza la compañía en Galápagos, donde vuela a San Cristóbal, Isabela, Baltra. Además, realiza vuelos chárter.
Esta reestructuración de Saereo se inició el 26 de marzo pasado, cuando anunció el cierre de sus operaciones en las rutas que unían a Guayaquil con Loja y
Latacunga. La firma argumentó que el ingreso de la estatal Tame a ese mercado, con ayuda económica del Gobierno, la dejó fuera de mercado porque no podía competir en igualdad de condiciones.
El Gobierno entregó a Tame aviones ATR-42/500, que le permite cobrar tarifas reducidas, las cuales resultaban imposibles de igualar, según Saereo. Además, el aumento de los precios del combustible aéreo, después de que el Gobierno terminara con el subsidio, no le permitió mantener operaciones a menores costos.
El combustible aéreo
En enero pasado los precios de los boletos aéreos subieron entre un 15% y 20% por la eliminación del subsidio al combustible aéreo.
Las aerolíneas pagaban USD 1,25 por galón cuando existía el subsidio y después de eso el valor subió a USD 3,70.
Uno de los efectos que trajo la eliminación del subsidio del combustible fue una reestructuración de las aerolíneas: eliminación de personal y de rutas.
El 40% del subsidio al combustible aéreo se mantiene en los aeropuertos que son administrados por el Estado (Esmeraldas, Tulcán, Manta, Tena, etc.).
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