Redacción Judicial
En las últimas semanas, el país es testigo del incremento de acciones del crimen organizado. ¿Cómo se puede frenar ese problema?
La violencia causada por el crimen organizado genera un ambiente de incertidumbre en la sociedad y el Estado es obligado a reaccionar con medidas de fuerza. Al final, eso se convierte en una espiral; por eso la lucha contra la delincuencia necesita de la voluntad de fiscales, jueces, políticos y de un marco legal fuerte.
¿Por qué está aquí?
Su experiencia. Es coronel de la Policía. Trabajó en el Grupo de Intervención y Rescate. En marzo sumió la jefatura de la ULCO.
Su punto de vista. Pide que se entreguen las herramientas legales para combatir el delitos como e enriquecimiento ilícito, el narcotráfico y otros.
Usted, en una entrevista en Ecuadoradio, aseguró que se necesitan cambiar varias normas legales para combatir el crimen organizado. ¿Qué reformas se necesitan?
Hay que integrar a fiscales y jueces que luchan contra el crimen organizado. Debemos blindarlos como a las unidades especiales de la Policía. En otros países se generaron esas medidas.
¿Jueces sin rostro?
Es criminal exponer a un funcionario contra una organización delictiva. Nosotros no atacamos a una persona que transgredió un tipo penal, luchamos contra a verdaderas empresas criminales. La actual ley es insuficiente y la sociedad se está quedando en indefensión. El delito organizado se consolida con el propósito de enriquecerse ilegalmente a través de cualquier medio, aunque sea aberrante. Luego con ese poder, con esos recursos, incluso puede dañar el sistema.
¿Con esa idea no se pondrían en peligro los derechos fundamentales?
El Estado tiene su sistema para defender al ciudadano de los abusos. Pero debemos contar con recursos jurídicos necesarios para nuestro trabajo. Es increíble que aún tengamos una Ley de Extinción de Dominio. La corrupción ha sido calificada como uno de los problemas más graves del país y no contamos con una ley para defendernos de quienes esquilmaron a la nación a través del crimen organizado, del peculado, de los robos. Se han llevado el esfuerzo de los ecuatorianos. Por qué no se aprueba esa ley.
¿Qué otros cambios necesitan para luchar contra el crimen organizado?
Necesitamos herramientas para realizar operaciones encubiertas amparadas por la Ley, para que agentes se puedan infiltrar a las organizaciones para entender sus lógicas y cómo actúan. Además, que el testimonio de informantes tenga un peso jurídico. No es justo que los investigadores tengan que sentarse cara a cara con miembros de las redes criminales en un estrado. Necesitamos cambios urgentes.
¿Usted ha presentado estos planteamientos a las autoridades nacionales?
Estoy canalizando algunas propuestas. Debemos generar otros mecanismos para terminar con lo que ahora sucede. El Estado ha tenido éxito en la lucha contra el crimen organizado (narcotráfico, tráfico de personas, de órganos) pero luego los casos se diluyen en largos procesos judiciales. Hay que modificar el sistema para dar más agilidad en los trámites judiciales. Tenemos leyes que en el futuro sirven para fomentar la impunidad. A la lucha contra el crimen organizado hay que entenderla. Debemos apoyarla.
Una de las críticas que se hizo la Unidad de Investigaciones Especiales (UIES) que ahora es la ULCO fue que dependían y entregaban información a otros países.
Yo soy el jefe de la unidad. Soy un oficial de la Policía de Ecuador, que sabe sus símbolos, su historia, que sabe a qué autoridades obedece y que ha hecho un juramento para servir a la sociedad.Hay bandas, que son verdaderas empresas criminales, que actúan en el mundo. Es un problema global. Por eso, la estrategia de actuación no puede limitarse a un territorio. Necesitamos la información de los diferentes países y sus órganos que están preocupados por el mismo problema. Ese intercambio de información debe ser dinámico y los propósitos de la cooperación deben estar claros y dentro de los parámetros que los gobiernos han establecido. Voy a exigir una contraloría de la información que vamos a intercambiar con otros países, creo que debe existir un control político, para que haya transparencia y no dar ventaja a los criminales.
El ámbito de control sería la Secretaría de Inteligencia.
La Secretaría de Inteligencia debe tener información clara de los problemas, para que las personas que toman las decisiones puedan determinar la magnitud del conflicto, sus consecuencias y tomen medidas. La Inteligencia es tener el conocimiento. Debemos entender que el crimen organizado puede afectar a la estructura del propio Estado, ellos tienen los recursos económicos y pueden escudarse en las mismas instituciones de la sociedad.