"¿Tiene una cobija?" La pregunta se escuchó en un inusual sitio: la morgue de la pequeña ciudad polaca de Kamienna Gora (Montaña rocosa, en español), a 25 km al suroeste de Wroclaw. Se la hizo Kamil, un joven de 25 años que estaba completamente desnudo, al guardia nocturno del lugar.