'El florón que está en mis manos de mis manos ya pasó', se escuchó al pie de la iglesia de La Compañía, en el Centro de Quito. Con las manos extendidas, 15 personas recordaron los juegos tradicionales de la capital, escucharon el relato de leyendas y ‘cucos’ de calles y edificaciones de la zona patrimonial.
“Los monumentos no son solo piedra. También tienen su historia”. Esta es la idea que guía los recorridos que organiza la Cofradía de los Duendes. Una vez al mes, escarba el Centro Histórico de Quito.