Umberto Eco escribió: “En realidad, el “pueblo” como expresión de una única voluntad y de unos sentimientos iguales, una fuerza casi natural que encarna la moral y la historia, no existe. Existen ciudadanos que tienen ideas diferentes, y el régimen democrático (que no es el mejor pero, como suele decirse, es el menos malo) consiste en establecer que gobierna el que obtiene el consenso de la mayoría”. Esto es verdad. El “pueblo”, como realidad política concreta, es una ficción, una construcción virtual que permite legitimar el poder a través de la idea de la “voluntad popular”, que derivó del concepto de Rousseau de la “voluntad general”, es decir, del mandato de un fantasma que justifica lo que hacen los gobiernos o los parlamentos.
La política es una actividad de símbolos, gestos e intenciones. Cada vez que el lenguaje se cubre con estos escudos, el político tiene mayores posibilidades de esquivar, no solo el contragolpe del adversario, sino también el juicio de la ciudadanía...
Con velas encendidas en las calles, los mexicanos se unirán esta noche, martes 11 de noviembre, para decir "basta" a la violencia que sufre el país, que desde el 26 de septiembre pasado se ha visto sacudido por la desaparición de 43 estudiantes de entre 18 y 21 años en el estado de Guerrero.
El último libro del escritor y filósofo español Fernando Savater induce a los jóvenes a involucrarse en política con espíritu crítico y responsable, preservando su derecho a decidir para evitar que otros mutilen sus derechos.
La prevención y la asistencia ciudadana son fundamentales para evitar mayores afectaciones por los desastres naturales, pérdidas materiales y riesgos personales por lluvias intensas. Entre el viernes 10 y el domingo 12 de octubre del 2014, en varios tramos los ríos Yanuncay y Tomebamba, que atraviesan la capital azuaya, se salieron de su cauce y provocaron daños.
Un grupo de 30 organizaciones de la sociedad civil se reunió para "trabajar de manera activa por la ciudad". Conformaron el Foro Permanente de Quito que fue presentado, ayer, en la Universidad Andina Simón Bolívar.
La reapertura de 46 Unidades de Policía Comunitaria (UPC) trajo calma a los barrios de Quito. Las bases, que volvieron a operar desde la primera semana de febrero, han sido remodeladas y cuentan con cinco agentes que antes laboraban en el ex Grupo de Tránsito.
La confianza es mutua entre los diferentes vecinos del barrio La Alborada. Eso se logró con charlas, capacitaciones y la implementación de seguridades en las diferentes casas. Varios años atrás no teníamos muchos problemas. Las personas eran sanas y no había problemas. Se veía a gente que bebía en el parque, pero la construcción de la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) los alejó. Otro hecho fue la construcción de un centro comercial. Ahí ya no solo eran las personas sospechosas sino la congestión vehicular. Los conflictos nos ayudaron para organizarnos y combatir todos esos problemas con los vecinos y las autoridades. Ahí se logró formar un equipo de trabajo con los gendarmes de la Policía, vecinos y representantes de las empresas de seguridad de varias instituciones. Se planificaron capacitaciones y se expusieron los problemas del barrio. Las acciones fueron sencillas: una llamada puede salvar la vida, saludar a las personas es manifestar la confianza con el resto de habitantes. La p
Carlos Vélez. Operador turístico de Santo Domingo.
Carlos Santana. Núcleo de abogados de Manta.