Han pasado dos años desde que se inició la “Cirugía mayor” contra la corrupción; sin embargo, parece que el paciente sigue en la sala de espera. Se han nombrado comisiones, más comisiones, secretarías especiales, se ha pedido ayuda al exterior, se conoce de asesores externos de compañías especializadas, pero, la realidad absolutamente nada. Todos los días denuncias sobre nuevos atracos, cientos de informes de Contraloría, una Fiscalía aparentemente abrumada, y una inoperancia que parece que estamos envueltos “en los hilos de la burocracia”.